Contigo siempre verano y vacaciones
Capitulo 1
Hacía demasiado calor, mi cuerpo ya estaba ardiendo, entonces decidí meterme al agua.
Las olas del mar estaban frescas y hacían que se me pusiera la piel de gallina. Me adentre en el mar y nade un poco, disfrutaba la playa, hacía tiempo que no iba y ya había olvidado la sensación del agua salada en el cuerpo.
Me encontraba perdido en mis pensamientos, cuando sin darme cuenta una ola me zarandeó por el agua, quise salir a flote pero no había manera, las olas me empujaban hacia abajo, en un momento ya no sabía para que lado debía nadar, me estaba quedando sin aire, me ahogaría.
De repente sentí un apretón en mi brazo, alguien estaba tironeando de mi brazo, alguien me estaba salvando. Al salir completamente del agua sentí que ese alguien me apoyaba en el piso y me hacía varias preguntas las cuales no logre entender, me sentía desorbitado. Empecé a toser y a respirar con dificultad, cuando logre abrir los ojos lo único que divise fue una figura borrosa, mi salvador, finalmente perdí el conocimiento.
Desperté en una habitación desconocida, esta tenía una gran ventana por la cual entraba la luz solar, intente levantarme de la cama donde estaba recostado, pero desistí al darme cuenta que me mareaba si hacia algún esfuerzo.
Sentí un ruido que provenía de la habitación contigua y me gire en la cama para poder observar quien se estaba acercando a la habitación. Un muchacho de alrededor de 20 años entro al cuarto con una bandeja llena de comida. Tenía el cabello rizado y de un color azabache intenso, sus ojos brillaban a la luz del sol, eran de un color avellana intenso. El joven me sonrió, sus dientes perfectos me deslumbraron rápidamente.
-¿te siente mejor?- me pregunto mientras se sentaba a los pies de la cama.
-sí, aun estoy un poco mareado.
-te diste unas buenas vueltas allí, tienes suerte de que te encontrara, esta es una playa bastante deshabitada- me dedico una pequeña sonrisa- y… ¿cuál es tu nombre?
-emm me llamo Kurt- suspire- lamento haberte causado problemas…
-Blaine- me miro divertido- Blaine Anderson.
-gracias por salvarme, Blaine Anderson- esta vez yo le sonreí.
-de nada, Kurt a secas- empecé a reírme y la cabeza comenzó a darme vueltas, así que tuve que parar.
-Hummel- le sonreí, pareció satisfecho y se rio.
-bien señor Hummel, lo dejare descansar, este es su almuerzo, asegúrese de comérselo todo, soy un gran cocinero puedo asegurarlo- hizo una torpe reverencia antes de retirarse y se alejo por el pasillo riendo para sí.
Me incorpore lentamente y comencé a picar algo del almuerzo, realmente estaba muy rico.
Había ido a esa playa con la idea de descansar y estar solo para mantenerme tranquilo, pero creo que no me molestaría compartir mis vacaciones con un chico como Blaine.
Cuando me desperté ya había anochecido, sentí ruidos fuera de la casa, me levante lentamente de la cama y me asome por la ventana. Blaine se encontraba en el pórtico de la casa de playa, bebiendo una cerveza y observando el mar. Lo observe por varios minutos, era la imagen más perfecta que había contemplado jamás. Las estrellas iluminaban la escena y realmente llegue a pensar que era la escena de una película y que yo la estaba mirando por la pantalla del televisor.
Finalmente decidí ir a hacerle compañía, después de varios minutos de debate conmigo mismo.
Salí de la casa cerrando la puerta suavemente detrás de mí. A pesar de que quise ser sigiloso, Blaine noto mi presencia al instante y volteo para mirarme. Me sonrió y me hizo señas para que fuera a sentarme junto a él. Accedí rápidamente, Blaine levanto la botellita de cerveza hacia mí.
-¿quieres? – negué con la cabeza, no era que no me gustara beber, el caso era que temía que mi cabeza volviera a darme vueltas, lo cual realmente no quería. Blaine asintió y bebió otro trago.
-¿vives aquí?- indague. El muchacho me observo curioso.
-desde hace poco, mis padres me echaron de mi casa- suspiro, sentí pena por él en ese instante- se ve que no soy apto para una familia normal- dio una carcajada forzada.
- ¿por qué hicieron eso? ¿Qué padres cuerdos echarían a su hijo de su casa? ¿Realmente hay una razón válida para hacer eso?- Blaine me miraba sorprendido, no entendía del todo porque hasta que me di cuenta de que le había gritado por lo menos las últimas dos preguntas. Trague saliva- lo siento.
Para mi sorpresa el moreno sonrió.
-realmente no creo que sea un razón válida- su mirada se encontraba perdida en el cielo estrellado- el hecho es que… soy gay y cuando mis padres se enteraron no me lo pudieron perdonar.
-¿perdonar?- pregunte indignado, tome su mano entre las mías, el muchacho me observo con detenimiento- Blaine, sé que no nos conocemos, pero quiero que sepas algo que me costó un tiempo entender, no puedes fingir que eres otra persona, siempre eres mejor siendo tu mismo y no debes disculparte por ser quien eres, debes estar orgulloso de ti mismo, y a pesar de que el mundo valla en tu contra debes hacerles saber que tu eres mejor de lo que ellos piensan y debes demostrarles de que se han equivocado al juzgarte tan cruelmente- Blaine me sonrió dulcemente y volvió su vista de nuevo al cielo, unas lagrimas recorrieron sus mejillas.
-¿sabes?- me dijo aun con la mirada perdida- he estado sintiéndome solo tanto tiempo, como si yo no encajara, y cuando mis padres se enteraron de mi situación…-suspiro, mas lagrimas se derramaron por su perfecto rostro- creí que estaba mal, que era un bicho raro, siempre había sabido que no me gustaban las mujeres, pero jamás lo había dicho en vos alta, tenía miedo y al final mis miedos terminaron confirmándose aquel día de octubre en el que mi padre me lanzo toda mi ropa fuera de mi casa y me dijo que no volviera jamás- estaba atónito, no sabía que decirle, ¿realmente había gente tan estúpida? La triste respuesta era obvia para nosotros. Apreté su mano en señal de apoyo- mi madre me dejo dinero-continuo- me dijo que me fuera a un lindo lugar, pero que no volviera- volvió la mirada hacia mi- ¿puedes creer que una madre le diga eso a su hijo?- no espero mi respuesta- en fin vine aquí, un lugar solitario, nadie me conoce ni me juzga, voy a la escuela por las noches los días de clases y hago mis compras como cualquiera, el resto del tiempo lo paso aquí, es mi refugio.
Acaricie su mano y lo mire con una sonrisa de comprensión.
-no te vas a esconder nunca mas ¿de acuerdo?- me miro confundido-voy a ayudarte a empezar de nuevo, tengo que devolverte el favor.
Blaine me dedico una sonrisa leve, pero tan tierna que no pude evitar que mi corazón se acelerara.
-¿crees en el amor a primera vista?- mi corazón se paro, y la única palabra que llegue a articular fue un..
-¿qué?- bastante trabado, que hizo que Blaine comenzara a reírse.
-olvídalo- se levanto y entro a la casa.
Me quede helado por dos segundos más. Tal vez la única palabra válida para cualquier situación triste, divertida, buena o mala debería ser DESTINO.
Tal vez el destino había querido que Blaine y yo nos encontráramos en esa deshabitada playa.
Tal vez el futuro nos deparaba algo mejor de lo que habíamos podido imaginar… solo tal vez.
Sonreí para mí mismo, me incorpore y camine satisfecho hasta la casa de verano.
Capitulo 2
Me encontraba acostado en el sillón de una sala de estar que no era la mía, en ese instante recordé que me había quedado en la casa de Blaine. Habíamos pasado la noche jugando al ajedrez, fue increíble, jamás había pensado que el juego que más me aburría pudiera convertirse en mi favorito solo por jugarlo con Blaine. Reímos tanto esa noche que creí que mi risa ya no volvería a funcionar por haberse desgastado.
Me refregué los ojos y observe a mi alrededor, no había nadie. No se escuchaba ningún ruido, había comenzado a pensar que Blaine me había dejado solo en su casa cuando escuche un leve estornudo. Me asome por encima del respaldo del sillón y allí estaba, hecho una bolita abrazándose las rodillas con sus brazos y con la nariz pegada a la parte trasera del sillón, que se encontraba lleno de pelusa.
Sin pensarlo dos veces me baje del sillón y me senté junto a él, le acaricie los rizos enmarañados y observe cada uno de los detalles de su perfecto rostro como para no olvidarlo nunca. Blaine abrió un ojo para espiarme y me sonrió aun medio dormido. Me sonroje al darme cuenta que aun le acariciaba el cabello. Aleje mi mano velozmente, el pareció no notarlo.
-amo que me acaricien el cabello- giro para quedar en frente mío, aun recostado en el piso. Tomo mi mano y la volvió a apoyar sobre sus risos- pero odio que me vean despeinado- apoyo su cara en mis piernas y allí permaneció mientras yo lo acariciaba tiernamente.
-¿cómo es que te has dormido en el piso?- indague, fingiendo estar tranquilo, a pesar de que mi corazón estuviera a punto de salirme del pecho.
-emm, creo que no quería dejarte solo aquí entonces decidí que dormiría contigo-me sonroje ante aquella descarada confesión, el prosiguió tranquilamente- pero cuando me quise acostar en el sillón donde te quedaste dormido, simplemente no pude porque me tirabas con tu enorme trasero- comenzó a reírse solo, yo lo mire con cara de “¿de qué enorme trasero estás hablando?”, pero él no me miro, continuaba con los ojos cerrados, disfrutando de mis caricias- finalmente decidí ir a tomar algo y valla uno a saber que tome porque me caí junto al sillón y me dormí- levanto la cara para mirarme, nuestros rostros quedaron a la distancia de un dedal. Me miro con esos ojos avellana que me habían cautivado y me acaricio la mejilla. Me sonrió levemente, yo intente devolverle la sonrisa con un gran esfuerzo ya que mis labios temblaban.
-¿qué quieres desayunar?- me pregunto notando mis nervios. “-Diablos -me dije para mi mismo- como demonios pude haber desaprovechado esa hermosa oportunidad-“.
Mientras Blaine preparaba el desayuno yo permanecía sentado en forma india sobre el sillón y lo observaba, era hábil en la cocina.
Me encontraba algo nervioso, quería decirle mi secreto, pero tenía miedo, el porqué de mis nervios cada vez que se acercaba a mí, realmente jamás me había sentido así por alguien y tenía miedo de lo que pudiera suceder en nuestro futuro, tenía miedo de ir más allá que una simple amistad, de una simple caricia, de un simple abrazo.
-tengo que confesarte algo- empecé, instantáneamente Blaine soltó los utensilios de cocina y se volteo para mirarme, apoyándose en la mesada de la pequeña cocina me hizo un gesto para que prosiguiera-jamás, en ningún momento de mi vida he tenido una relación con alguien… y lo que es peor y realmente me avergüenza es que…- me observo con más atención y no pude evitar sonrojarme- jamás bese a nadie Blaine, ni siquiera un pequeño besito, y a pesar de que es algo que yo decidí, esperar a la persona correcta, es algo de lo cual me avergüenzo y es algo que me pone realmente incomodo, cada vez que me acerco a alguien que me gusta no puedo evitar temblar, a pesar de que yo quiera estar con esa persona- Blaine se acerco y se acuclilló junto a mí. Acarició mi mejilla suavemente.
- es la confesión más hermosa y tierna que me han hecho jamás- agache la cara totalmente ruborizado y sonreí. Blaine levanto mi cara hasta que nuestros ojos se cruzaron. Tomo mi barbilla y la acerco rápidamente a sus labios. Beso mi barbilla una y otra vez tiernamente, luego beso mi mejilla con ternura y mordió tiernamente el lóbulo de mi oreja ante esto no pude evitar dejar escapar una risita. Blaine sonrió ante esto y volvió hacia mi mejilla. Luego beso la comisura de mis labios. Mi respiración se agitaba a cada minuto, jamás me había ocurrido algo parecido, podía sentir mi corazón palpitando rápidamente, las manos de Blaine acariciando mi cabello y mi mejilla a la vez y sus labios recorriendo mi rostro.
Se detuvo delante de mis labios, me miro como pidiéndome permiso, le devolví la mirada como pude, pero lo tomo como un sí. Acerco sus labios suavemente a los míos y me besó tierna y dulcemente. Unos segundos después se alejo lentamente y me sonrió.
-ya no tienes nada de qué avergonzarte- y volvió a pegar sus labios a los míos.
Capitulo 3
Amaba pasar tiempo con Blaine, cualquier cosa que dijera era divertida o entretenida, jamás me podía aburrir con él. Ya hacia 2 semanas desde que nos habíamos conocido y simplemente ya no quería separarme de él. Era perfectamente perfecto para mi, todo en el era interesante, cantaba como un ángel, cocinaba como los dioses, hablaba como un perico…. Pero amaba nuestras charlas, cada movimiento de su boca al hablar, cada palabra que pronunciaba hacia que mi corazón se volviera loco, el simple hecho de sentir su respiración junto a mi oído era algo mágico, mi estomago se contraía y sentía que el aire me abandonaba… era la primera vez que sentía algo así… lo amaba… entonces recordé y me pregunte a mí mismo “- ¿creo en el amor a primera vista?-“
Sonreí mientras caminábamos con Blaine tomados de la mano por la playa… el sol ya estaba cayendo y nosotros seguíamos nuestro camino, a paso lento y pausado sin que nadie nos molestara.
Si había aprendido algo de Blaine era que el amor a primera vista existía y lo que era aun mejor, el amor… existía.
Blaine me observo curioso.
-¿qué te sucede?- me sonrió.
-simplemente me di cuenta de que este ha sido un gran verano para Kurt Hummel- le sonreí satisfecho.
-ha sido y seguirá siendo- me guiño un ojo, me tomo por la cintura y me atrajo hacia él. Me miro con sus hermosos ojos avellana y me beso los labios tiernamente.
-solo si tú estás conmigo- lo abrace y lo apreté fuerte contra mí. Blaine aprovecho mi abrazo para levantarme en el aire y lazarme al agua.
-¡imperdonable, Blaine Anderson!- Salí corriendo lo más rápido que pude del agua y comencé a correrlo por toda la playa. Increíblemente logre alcanzarlo y me lancé contra él, lo tire al suelo y empecé a llenarle la camiseta de arena, mientras nos reíamos a carcajadas. Blaine me tomo por los hombros y me giro hasta quedar sobre mí, acerco su rostro hacia el mío y beso tiernamente mi frente.
-lamento haber arruinado tu ropa nueva- su mirada tierna me había hipnotizado de nuevo.
-odio tu cara de perrito mojado- le dije rindiéndome, en realidad amaba su carita de perrito mojado.
Blaine me sonrió y se acerco para besarme en los labios, pero una voz lo detuvo antes.
-¿Blaine?- los dos miramos hacia donde provenía el llamado. Desde los médanos se acercaba una mujer delgada de cabello largo negro y rizado, pálida pero con los pómulos colorados.
-¿mamá?- susurro Blaine sorprendido. Me sobresalte ante su palabra… ¿mamá?
La mujer sonreía mientras bebía su café. Blaine se sentó a la mesa enfrente de su madre, yo me senté junto a él y le tome la mano.
-¿qué haces aquí?- parecía perturbado y angustiado. La mujer se masajeo los risos y suspiro.
-he venido a buscarte- Blaine se echó hacia atrás al igual que yo, sorprendido. Sentía como su respiración se agitaba con el paso de los segundos.
-no voy a volver- le contesto de forma firme y decidida- después de lo que me han hecho pasar… no te imaginas todo lo que sufrí por su culpa.
-lo sé, Blaine- la madre tomo la mano de su hijo- lo sé, y no sabes cuánto lo siento, pero ¿sabes? El otro día hable con tu padre, y estamos de acuerdo en que nos apresuramos y fuimos muy duros contigo… así que puedes volver a casa… siempre y cuando- me dedico una mirada fulminante- vuelvas solo y normal- pronunció la última palabra lenta y detalladamente.
-¿normal?- en ese momento creí que Blaine empezaría a llorar, pero por el contrario su voz se puso firme al igual que su actitud- ¿sabes mama? Soy normal, tan normal como tú y papa, es mas soy más decente que ustedes dos juntos. Pero ¿sabes? Hay una gran diferencia entre ustedes y yo y no me refiero a mi homosexualidad, sino a que ustedes son personas cerradas y egoístas, que solo piensan en su reputación y su nivel de vida, creen que lo que ustedes dicen y hacen está bien, y cualquiera que contradiga sus formas está mal, pero están en un error, se equivocan, su forma de pensar es anticuada e imperfecta, son una de las tantas personas mediocres en este mundo que no aprendieron que el aceptar a los demás como son los ayuda a ser mejores personas y a aceptarse a sí mismos- Blaine tomo una gran bocanada de aire, yo lo miraba estupefacto al igual que su madre- así que mamá te pido que te retires y vuelvas solo si aprendes a aceptar que cada uno es como es y que no hay forma de cambiarlo.
La mujer se lo quedo mirando por unos segundos más sin hablar, luego se levanto de su silla y se acerco a la puerta de salida. Antes de salir me dirigió una mirada recelosa y le hablo a Blaine.
-mira por “que” nos has cambiado- dijo refiriéndose a mí con su “que”- si te arrepientes te garantizo que ya no podrás volver a casa, me quedare hasta mañana aquí, tienes tiempo de pensarlo, si no vienes a la parada del bus a las siete de la tarde, ni se te ocurra pasar por casa nunca- la mujer se retiro con la frente en alto, como si lo que había dicho hubiese sido un gran discurso.
Blaine suspiro y descanso su cara sobre la mesa. Apreté su mano entre las mías y le bese la mejilla.
-¿en qué piensas?- fue más que nada una pregunta para olvidar un poco el estúpido discurso de su madre. Levantó la mirada hacia mí, parecía bastante decaído.
- me acabo de percatar de algo muy curioso- lo mire con gran curiosidad- cuando estoy cerca de mi madre siento que estoy luchando siempre y me hace perder mis energías, en cambio cuando estoy contigo siento que soy libre, siento que soy feliz por primera vez en mucho tiempo- tuve una sola reacción en ese momento y fue besar sus labios con todo el amor y ternura que tenia.
Capitulo 4
Blaine se encontraba recostado en la arena, parecía dormido, pero yo sabía que no lo estaba. Cuando no me quedaba a dormir en la casa de él, siempre me esperaba recostado al sol y yo al llegar le besaba la frente.
Mientras caminaba hacia él pensaba en todo lo que había ocurrido. ¿Realmente su madre podía ser tan estúpida para decirle esas cosas? ¿Es que no se daba cuenta de que estaba lastimando a su propio hijo? ¿Por qué no podía ver que su hijo era el ser con mas luz en la tierra? ¿Por qué tenían que hacer tanto problema por la elección de su sexualidad? La verdad era que esas preguntas y muchas más me habían estado rondando por la cabeza y no me habían dejado dormir, no podía entender cómo era posible de que no vieran a la maravillosa persona que tenían enfrente… Blaine simplemente era la persona más hermosa, en todos los sentidos, que hubiera visto jamás. Por otro lado, tenía miedo, después de todo eran sus padres… ¿y si decidía irse con ellos? no podríamos volver a vernos nunca más y eso me partiría al medio, porque sin darme cuenta, Blaine se había hecho parte de mi.
Blaine abrió los ojos para mirarme.
-¿Qué sucede? ¿Por qué no me saludas?- me reí, sin darme cuenta me había quedado observándolo “dormir”. Me agache y bese su frente dulcemente.
-te extrañe- le dije en un susurro.
-voy a ir- ante sus palabras mi corazón se paro, fue muy repentino y no me lo esperaba.
-¿A dónde?- me aleje un poco para poder verle la cara.
-la iré a despedir a la parada del bus, solo quería que lo supieras- se incorporo, tomo mi rostro con una de sus manos y me beso lentamente.
-¿eso quiere decir que te quedaras?- se separo un poco y me miro con incredulidad.
-¿en serio llegaste a pensar que volvería con ellos?
-bueno, son tus padres…-no me dejo terminar, sus labios estaban de nuevo sobre los míos con más intensidad.
-no puedo creer que hallas pensado eso- beso mis pómulos y luego se dirigió a mi oreja izquierda y mordió tiernamente el lóbulo de esta, las cosquillas recorrieron mi cuerpo como electricidad y no pude evitar soltar una risita- jamás te dejaría.
Se alejo de mí precipitadamente y me miro con cara de horror.
-¿qué?- se arrodillo sobre la arena y tomo mi mano.
-acabo de darme cuenta, de que jamás te propuse esto- mis ojos se abrieron como platos- Kurt Hummel, ¿quieres salir conmigo?- espesé a reírme, me tire sobre él y le di un beso rápido.
-claro Blaine Anderson- nos reímos juntos.
Al final Blaine no fue a despedir a su madre, dijo que tal vez ya era hora de dejar ir ese tren… que realmente ya no valía la pena. Aunque yo opinaba de que la familia era lo más importante que teníamos y Blaine afirmaba eso, también decía el que yo era su nueva familia y que mi familia seria de él también, cosa que no me disgusto ni un poquito.
Habíamos armado un fogón en la playa, Blaine tocaba la guitarra y ambos cantábamos.
-te tengo una sorpresa- me dijo repentinamente- te escribí una canción, bueno la escribí inspirado en cómo me haces sentir cuando estoy contigo, se que mientras permanezcas cerca mío nunca voy a estar solo y quiero que tu sientas y sepas que yo voy a estar contigo siempre y no vas a estar solo jamás porque yo estoy contigo- mis manos empezaron a temblar de la emoción- se llama “Not Alone”.
…….
Después de semejante demostración de amor, me quede sin palabras, nunca me habían cantado una canción y mucho menos escrito una. Blaine se quedo observándome como esperando una respuesta, pero simplemente me había quedado sin habla, mis ojos se habían llenado de lagrimas y tenía un gran nudo en la garganta. Blaine al notar esto dejo su guitarra a un lado y se acerco para abrazarme.
-eres lo más importante que tengo ¿lo sabías?- yo lloraba en silencio. Me aparto un poco y me miro a los ojos- te amo.
No me esperaba esas palabras para nada, acaricie su mejilla y pellizqué tiernamente su cuello, era real, no era un sueño. Me seque las lagrimas y le sonreí.
-también te amo- tome su rostro entre mis manos-con toda mi alma- bese sus labios con dulzura y pasión al mismo tiempo.
Blaine me tomo por la cintura hasta apoyarme contra la arena y quedar sobre mí, beso mi cuello una y otra vez, luego paso sus labios por mi mentón dándome cosquillas. De repente sentí sus manos frías rosando mi cadera, Blaine tomo mi camiseta y me despojo de ella en unos segundos. Paso sus labios por mi tórax rosándolos levemente contra mi piel. Mi respiración estaba totalmente agitada y mis manos apresadas por las de Blaine que las mantenía presionadas contra la arena a cada lado. Mis piernas temblaban ante cada rose de nuestros cuerpos.
-Blaine- le dije de manera entre cortada- espera, no puedo hacerlo- pero ni se mosqueo, sus manos al fin liberaron las mías para posarse en mi cadera y acariciarme tiernamente. Quería estar con él, no podía negarlo pero el miedo que sentía era demasiado fuerte y no dejaba que disfrutara de aquella situación tan excitante- Blaine para- lo aparte lo mas tiernamente que pude. Blaine se quedo observándome por unos segundos. Se separo y se sentó a mi lado.
-lo siento, me apresure demasiado- me senté a su lado y lo abrase apoyando mi cabeza en su espalda.
-está bien- bese su espalda- te prometo que pronto estaré listo.
Capitulo 5
-¿tienes frio?- me pregunto Blaine mientras pasaba su brazo por mi hombro y me presionaba contra él.
Estábamos en la puerta de un boliche, esperando a que nos dejaran pasar. Nos íbamos a reunir con algunos de mis amigos del club coral de mi escuela, que habían ido a pasar sus vacaciones por ahí, e íbamos a pasar todos juntos la noche.
Cuando la fila por fin empezó a avanzar sentí que alguien tocaba mi brazo, me di vuelta precipitadamente lo que hizo que Blaine diera un salto, era Rachel, una de mis amigas y detrás de ella se ubicaban mis otros amigos.
-al fin hemos estado esperándolos una vida- Rachel rio teatralmente.
-no exageres Kurt- pellizcó mi mejilla como lo aria una abuela a su nieto.
Cuando logre zafarme de las manos de Rachel sentí un pellizcó en la espalda.
-que demo….-era Blaine que me miraba con cara de perrito mojado- ¿Qué sucede?-le dije sobresaltado.
-¿no nos vas a presentar?
-ah! Lo siento- empecé a señalarlos con el dedo índice a medida que los nombraba- ella es Rachel, el es Sam, ella es Mercedes y el es Mike… esperen ¿y Finn?- Rachel me miro con cara de pocos amigos.
-no peleamos y no quiso venir- dijo cortante mi amiga, decidí entonces no hacerle más preguntas.
-bueno, el es Blaine, mi novio- todos sonrieron de una manera extraña que me dio la impresión de que decía “aaah mira lo que te estabas guardando”, pero nadie dijo nada y yo simplemente volví la mirada a la entrada y me dispuse a esperar.
Cuando al fin entramos al bar nos decepcionamos un poco, había demasiada gente y estábamos demasiado apretados. Después de recorrer todo el lugar decidimos quedarnos en una de las pistas que se encontraba más vacía.
Estuvimos bailando mucho tiempo, mientras estábamos allí un muchacho rubio me observaba desde la barra. Tome a Blaine de la mano y seguí bailando con él.
Alrededor de las 4 de la mañana el rubio abandonó la barra y se acerco hacia nosotros con paso decidido. De repente sentí como mi mano se desprendía de la de Blaine y alguien me apoyaba contra la pared del lugar y besaba mis labios bruscamente, era el rubio. Intente zafarme pero el muchacho me presionaba demasiado fuerte contra la pared, sentía mi espalda retorcerse contra el muro. En ese momento alguien tomo al rubio por el hombro y lo aparto de mí, Blaine levanto su puño y golpeo la cara del muchacho con este. El rubio se toco el labio ensangrentado, lo miro a Blaine con desprecio y le atino un golpe en la mejilla. Blaine hecho una fiera, como nunca antes lo había visto, se lanzo contra el rubio y lo derribo al suelo. Sam, Mike y yo intentábamos separar a los dos muchachos pero era imposible. Finalmente llego la seguridad del lugar y nos echaron.
El cielo ya estaba claro así que decidimos caminar hasta casa, antes de separarnos de mis amigos Sam y Mike no se guardaron sus alientos para Blaine.
-así se defiende el territorio amigo-decía Mike mientras le palmeaba la espalda.
-que buen golpe que le diste- lo felicitaba Sam- me tienes que enseñar esos movimientos.
Finalmente, nos pudimos liberar de mis amigos y dirigirnos a casa.
Realmente no había sido una buena noche, además tenía el estomago revuelto a causa del beso del rubio, que por cierto no me había agradado nada.
Mire a Blaine por un momento mientras caminábamos por la plaza que nos separaba de su casa de playa, estaba cabizbajo y mantenía las manos dentro de los bolsillos.
-¿Qué te sucede?- el levanto la mirada hacia mí. Tenía un tajo en la mejilla que aun le sangraba y un corte en el labio inferior.
-me amas ¿verdad?- su pregunta me sorprendió.
-claro que te amo- le sonreí- eres el único para mí.
-¿sabes? Esta noche me di cuenta de que sería tan fácil perderte- yo lo miraba sin entenderlo del todo, sus ojos estaban rojos de cansancio pero aun así el verde avellana brillaba intensamente- en un momento estabas conmigo y al otro simplemente te fuiste.
-Blaine, no fue mi intención irme con aquel muchacho, jamás lo hubiese hecho.
-lo sé, pero me refiero a que podría pasar, eres una hermoso chico Kurt, el más hermoso, inteligente, carismático e interesante que he conocido ¿a quién no le podría gustar eso?- acaricie su mejilla dulcemente y le sonreí.
-pues que lastima si a otro le pudieran gustar todas esas cualidades, porque el único que va a tenerme siempre eres tu Blaine- lo bese, primero un beso tierno luego fue apasionado. Realmente no había comparación, Blaine besaba tan rico… y sus manos recorrían mis cabellos, su pecho llenándose y vaciándose de aire al compas del mío, su corazón latiendo a mil junto a mi pecho, simplemente no lo podía comparar con nada Blaine era perfecto para mí.
Seguimos caminando tomados de la mano, el viento fresco era tan agradable a esa hora de la mañana. De repente se oyó una voz detrás nuestro y nos volteamos para ver quién nos hablaba, era el rubio.
-lamento lo que te hice hoy- dijo el muchacho mirándome con sus ojos verdes brillantes- no quería sorprenderte así, solo que no pude resistirme. Realmente no pude quitarte los ojos de encima en toda la mañana…
Notaba la presión de la mano de Blaine en mi mano, la furia lo carcomía y se estaba aguantando las ganas de golpear al muchacho rubio.
-mira, te disculpo por lo que hiciste hoy ¿está bien? Pero, no puedo corresponder a tu enamoramiento precoz por tengo novio- lo señale a Blaine con mi dedo índice. El joven se encogió de hombros.
-tal vez podamos ser amigos- me sonrió yo le devolví la sonrisa.
-claro, pero por favor que no se vuelva a repetir la… “situación”- el rubio sonrió y asintió al mismo tiempo- ah por cierto soy Kurt, el es Blaine.
-ah soy Sebastián- el rubio paso su mano rosando su cabello.
-bueno, nos veremos Sebastián- dije y tironee de Blaine para que me siguiera, pero este fue tironeado por Sebastián que le murmuro algo al oído que no pude oír pero hizo que Blaine pusiera una cara de odio terrible. Sebastián se alejo a trote.
-¿Qué te dijo?- indague curioso. Comenzamos a caminar.
-me dijo que- Blaine me dirigió una mirada algo difícil de descifrar- iba a conseguirte y que yo no sería un rival para él.
No pude evitar reírme, aunque a Blaine no parecía causarle ninguna gracia toda esta situación.
-no me agrada ese chico- me volví a carcajear.
-es inofensivo- dije aun tentado de risa. Realmente no podía imaginarme a mí con otro que no fuera Blaine, y tenía bien en claro que Sebastián no me hacía sentir nada cuando me besaba, pero simplemente ver a Blaine celoso era una situación que me hacía sentir extrañamente complacido.
Capitulo 6
Blaine preparaba la merienda mientras yo ordenaba su terriblemente desordenado dormitorio, realmente me molestaba que fuera tan desordenado pero por otro lado amaba ordenar sus cosas, no sé porque, pero ya se había convertido en una pasatiempo para mí.
Blaine aun continuaba un poco molesto por Sebastián, cosa que me divertía más de lo que debería. Cada vez que yo lo nombraba, no importaba si estuviera del mejor humor siempre le cambiaba la cara de felicidad a cara de pocos amigos y rápidamente me obligaba a cambiar de tema. A veces no sabía si le molestaba porque sabía que el rubio tenía otras intenciones conmigo o porque se preocupaba de que yo le estuviera dando demasiada importancia a este tipo, de cualquier manera me daba igual, sus celos dejaban en evidencia de que me quería y no quería perderme.
De repente sentí un golpe en la puerta, me asome por la ventana para ver quien golpeaba, era Sebastián. ¿Qué demonios hacia aquí? Y lo que era aun más extraño ¿Cómo había encontrado el lugar donde vivía? Más bien el lugar donde vivía Blaine y yo vivía ocasionalmente. Lo siguiente que se me cruzo por la cabeza fue “Blaine se pondrá furioso”.
-yo abro- escuche gritar a Blaine. Salí de la habitación corriendo y llegue a la puerta justo cuando Blaine la abría- ¿qué haces aquí?- pregunto con cara de odio. Sebastián no lo miraba siquiera, me sonreía radiante a mí y eso me puso bastante incomodo.
-¡hola Kurt! hola… Brandon- Blaine apretó los puños. Empecé a pensar que no era nada buena esa situación.
-emm, Sebastián el es Blaine no Brandon- le dedique una sonrisa nerviosa. Blaine se había quedado petrificado mirándolo con furia- ¿quieres pasar a tomar algo?
Blaine volteo a verme indignado.
-claro que no quiere pasar- dijo mirándome a mí.
-bueno Bart te equivocas, si quiero pasar- nos sonrió. Blaine respiro profundamente y se aparto para que pasara. Creo que le molestaba demasiado que el rubio hiciera como si no recordara su nombre… aunque creo que directamente le molestaba la presencia de este individuo dentro de su casa.
Saque unas cervezas de la heladera, las serví y me senté junto a Blaine. Sebastián estaba sentado frente a Blaine y ambos se dirigían miradas desafiantes.
-¿y cómo es que has llegado hasta aquí?- indague a Sebastián. Blaine no le quitaba la mirada de encima.
-bueno, la verdad es que los perseguí luego de hablar fuera del boliche- sonrió, me quede boquiabierto, Blaine apretaba la botellita de cerveza cada vez con más fuerza.
-ah- fue lo único que dije.
-bueno y aquí estoy, estuve todo el día pensando en ti y me dije “porque no voy a visitarlo” pero es una lástima que tu novio este aquí también- Blaine apretó la mandíbula, yo apoye mi mano sobre la suya para que se calmara.
- es mi casa- dijo Blaine- mejor dicho, es nuestra casa.
Sebastián se echo hacia atrás sorprendido, yo lo mire a Blaine confundido.
-¿quieres decir que viven juntos?- Sebastián parecía confundido.
-pues así es-Blaine le dedico una pequeña sonrisa confiada-así que más te vale que solo quieras una amistad aquí.
Sebastián trago saliva, se veía algo irritado.
-sabes Blaine- por primera vez dijo bien su nombre- lo único por lo que pues ganar esta batalla es gracias al tiempo porque te aseguro que si Kurt me hubiera conocido primero ahora yo sería el que estaría disfrutando de este chico.
Blaine se lanzo hacia el sin poder contenerse, Sebastián se alejo al trote antes que pudiera agarrarlo y se dirigió a la puerta, yo fui tras de él.
-fue un placer conocerte Kurt- me dijo algo agitado-la verdad a pesar de que en este momento no me caiga bien dile de mi parte a tu novio que tiene suerte de tenerte y que te aproveche- me guiño un ojo.
-créeme-le conteste- yo soy el que tiene suerte de tenerlo.
Me dedico una media sonrisa.
-lo dudo- se empezaron a oír unos pasos que se acercaban velozmente hacia donde estábamos- ¡suerte castaño!- empezó a correr. Blaine salió por la puerta totalmente furioso yo lo tome del brazo para que se quedara conmigo- ¡tal vez algún día te vuelva a ver y quién sabe!
Sebastián se alejo velozmente de nosotros, Blaine me miro enojado y entro a la casa.
-¿Qué hice?- camine detrás de el.
-nada, déjame en paz un momento Kurt, mejor vuelve a tu casa- lo mire anonadado.
Ciertamente yo no había hecho nada malo ¿verdad? Bueno, tal vez no lo había tenido que invitar a pasar pero… yo no había dicho nada, en cualquier caso si quería enojarse con alguien se tendría que enojar con el rubio.
Salí de la casa de Blaine con la esperanza de que este saliera por la puerta y me pidiera que me quedara… pero no sucedió. Camine por la playa mirando mis pies y pateando la arena. Realmente no había pensado en las consecuencias que podría traer a nuestra relación el asunto “Sebastián”, y en ese momento comencé a preguntarme como y porque rayos había disfrutado los celos de Blaine.
El sol ya se estaba ocultando y mi preocupación crecía a cada minuto, todo estaba mal eso era claro.
Llegue a mi casa, salude a Carol y a mi papa, y me dirigí a mi dormitorio. Me acosté y cerré los ojos aun pensando en Blaine y me quede dormido.
Capitulo 7
Me desperté agitado, un sudor frio recorría mi frente. Intente recomponerme pero era inútil, mi corazón estaba demasiado acelerado.
En el sueño me encontraba fuera de la casa de Blaine tocando la puerta, al ver que nadie atendía me dirigía hacia la ventana de su cuarto, y cuando me asomaba por esta veía a dos personas abrazadas en la cama, entonces golpeaba la ventana con el puño, al oír el golpe ambas figuras se incorporaban y me miraban con una sonrisa horriblemente maligna, eran Blaine y Sebastián. En eso Sebastián se levantaba rompía el vidrio de la ventana y me tomaba por el cuello de mi camiseta mientras me decía –este es el fin- entonces me tiraba y yo empezaba a caer como por un precipicio, en ese momento desperté.
Había sido horrible realmente y a pesar de saber que solo había sido una pesadilla no me podía calmar. Decidí entonces ir a la casa de Blaine, sabía que era muy temprano, aproximadamente las 3 de la madrugada, pero necesitaba saber que estaba bien, que estaba solo y si me había perdonado.
A veces me preguntaba si algunos sueños o pesadillas podían hacerse realidad y ante la duda preferí ir ver si algo sucedía, obviamente Blaine no estaría con Sebastián por que lo odiaba, pero los sueños suelen presentarse de una forma y si se hacen realidad suelen cambiarles algunas cosas.
Tome la bicicleta de Finn y me fui andando veloz y desesperadamente hasta la casa de Blaine. Al llegar tire la bicicleta a un lado y corrí hacia la ventana de su cuarto, allí estaba él, profundamente dormido, solo y con el seño fruncido. ¿En serio me había asustado por una estúpida pesadilla?
Me quede observando a Blaine un rato.
-¿qué estarás soñando Blaine Anderson?- pregunte en vos alta. En ese momento Blaine se levanto y se fue medio dormido de la habitación. Unos segundos después oí la puerta cerrarse sigilosamente y entonces… ¡BLAINE VENIA HACIA MI CON UN BATE DE BASEBALL EN LAS MANOS!
Empecé a corre desesperadamente Blaine me seguía de cerca con el bate tirando batazos al aire. En la oscuridad nada se veía. En un momento estaba caminando en el agua.
-¡¿quién rayos eres?!- Gritaba Blaine- ¡¿Por qué me estabas espiando?!
Yo aun corría, no podía contestarle. En ese momento tropecé y caí al suelo. Blaine me apunto con el bate.
-¡¿Quién eres y que quieres de mi?!- mi respiración estaba demasiado agitada, me encontraba todo mojado ya que había caído en el agua. Intente respirar con tranquilidad y al fin pude hablar.
-soy yo- Blaine pareció reconocer mi vos.
-¿Kurt?- se agacho junto a mi- ¿Qué haces aquí? ¿Qué estabas haciendo en mi ventana?
Me tranquilicé un poco al saber que volvía a ser el tranquilo Blaine que yo conocía.
-tuve una pesadilla y solo quise venir a ver qué estuvieras bien-suspire- me asustaste mucho con tu bate.
Blaine se rio. Me ayudo a levantarme y me abrazo imprevistamente. Me apretó fuerte contra el yo también lo abrasé. ¿Eso se suponía que ya no estaba enojado conmigo?
-lo lamento- me susurro al oído-lamento lo de esta tarde también, no quise echarte, solo es que me sentía tan raro, tan…confundido- me oprimió mas- no podía dejar de pensar en ese estúpido y tu y que a ti te agradara, era… no lo sé, demasiado horrible- acaricio mi cabello con ambas manos- verlos besarse esa vez, simplemente me hizo sentir débil, pero era tanta la furia que también sentí que dejo al sentimiento de debilidad de lado, pero cuando lo vi en casa y tu sonriéndole, simplemente no podía soportar el dolor, verlos a ambos y sentirme fuera de plano y odiando al mismo tiempo a ese chico por eso, no sabes lo que fue, esos minutos hablando con él, permitiendo que dijera cosas que hacían que mi sangre hirviera y al final la última frase sencillamente me lastimo- me aparto un poco- porque yo creo que mi futuro será junto a ti Kurt, yo quiero que sea así, no quiero que nos separemos nunca, pero tal vez sea una idea poco realista- Blaine bajo la mirada al piso aun sosteniéndome por los hombros. Me había dejado anonadado, ¿tanto le había afectado la llegada de Sebastián? Me sentí un tanto culpable por haber disfrutado sus celos en un momento. Realmente me sentía triste en aquella situación, Blaine parecía tan inseguro y perdido al contrario de siempre.
-Blaine, lo nuestro será para siempre- levanto la vista para mirarme, aunque apenas podía divisar su figura- puedo jurarlo, ¿sabes porque estoy tan seguro?- Blaine apoyo su frente contra la mía.
-¿Por qué?- dijo en un susurro apenas audible.
-porque te amo- pude divisar que una sonrisa se dibujaba en su rostro- y nuestro amor es verdadero y por eso podremos superar lo que venga.
Blaine tomo mi rostro entre sus manos y me beso apasionadamente. Acaricio mis mejillas que ardían como fuego bajo mi piel. Todo lo que Blaine despertaba en mi cada vez que me besaba, cada vez que su piel rozaba con la mía o simplemente cuando pronunciaba mi nombre, era algo que no podría describir con palabras, con simples y tontas palabras que al final quedaban en el olvido, simplemente disfrutaba cada rose cada beso porque sabía que eran únicos tan solo por el hecho de que fuera Blaine la persona que los causaba.
Blaine me aparto dulcemente.
-creo que será mejor que vallamos a casa y te cambies la ropa mojada- le sonreí de oreja a oreja aunque dudaba que me hubiera visto.
-creo que tienes razón- nos reímos. Blaine tomo mi mano y nos dirigimos hacia la casa de playa.
Sentir la presión de la mano de Blaine sobre la mía hacia que mi estomago se oprimiera, amaba su mano firme. De vez en cuando me daba apretoncitos suaves, como si quisiera asegurar se dé que aun me tenía con él.
Entramos a la casa y me dirigí directamente al baño, me saque la ropa y la lancé al canasto de la ropa sucia. Blaine entro en el cuarto de baño en ese momento, me sorprendí y me asuste al verlo entrar.
-bonitos bóxers- dijo mientras me tendía una muda de ropa. Sentí que mis mejillas estallarían de la vergüenza, empuje a Blaine fuera del baño y cerré la puerta de un golpe. Oí a Blaine reír del otro lado- lo siento la próxima tocare la puerta.
Me senté en el borde de la ducha dando un suspiro apretando la ropa de Blaine con mis manos ¿es que nadie le había enseñado a tocar antes de pasar?
Capitulo 8
Me mire al espejo, la ropa de Blaine no me sentaba nada mal, unos jeans azules y una camisa cuadriculada. Tome el extremo de la camisa y la olí profundamente, tenía su perfume habitual, ese que me derretía cada vez que se acercaba.
Salí del baño, caminando lentamente, Blaine se encontraba sentado en el sillón de la sala y reía mientras miraba una película. Me apoye contra el respaldo del sillón y bese los risos del moreno, mejor dicho de MI moreno. Blaine levanto la vista para mirarme y me sonrió. Di la vuelta al sillón y me senté junto a él. Me miro expectante y me dijo con la cara de perrito mojado que yo amaba tanto.
-oh ¿qué sucedió con tus hermosos bóxers?- me sonroje instantáneamente, tome el almohadón que tenía junto a mí y lo aplaste contra su cara. Blaine reía a carcajadas y finalmente termine acompañando su risa con la mía.
Blaine me saco el almohadón y lo lanzo a un lado, se acerco hacia mí sonriendo y comenzó con un ataque de cosquillas, intente empujarlo pero no tenía fuerzas, ya que las cosquillas me sacaban todo el aire y sin aire no podía tener fuerzas.
-¡Blaine para!- dije gritando entre risas. Entonces se detuvo y comenzó a acariciar mi abdomen, tan delicadamente que es difícil de imaginar. Mi corazón volvía a palpitar a mil como aquella vez en la playa, mi respiración se agitaba y mi mente se desorbitaba. Blaine beso mis labios suavemente, se alejo unos centímetros y me miro a los ojos, sus ojos brillaban intensamente, acerco sus labios a mi frente y la beso tiernamente. Entonces se alejo y volvió a tomar su posición normal en el sillón, tomo el control y cambio de canal. ¿Qué rayos había sido eso? Lo observe durante varios segundos pero no me miro. Me levante del sillón ofendido y me dirigí a fuera.
-¿A dónde vas a esta hora?- grito Blaine.
-no te importa- dije volteándome para verlo. El moreno me miro confuso. Realmente ni yo entendía porque estaba enfadado, pero sabía que lo estaba, mis manos temblaban y mi corazón palpitaba rápidamente.
Salí afuera y tome una gran bocanada de aire. Respire profundo intentando aclarar mi mente, se me hacia tan difícil pensar correctamente cuando estaba junto a Blaine, simplemente su sola presencia bastaba para nublarme el pensamiento, todo lo que sentía era felicidad y amor y felicidad y amor. A veces me preguntaba si esos sentimientos de temor, pudor, amor y felicidad se acabarían algún día, si nuestro amor se desgastaría con el paso del tiempo. Pero luego pensaba en Blaine y me daba cuenta de que eso no podría suceder jamás porque él era el que producía todas esas cosas en mí y si el causante nunca se va, la causa persiste por siempre.
Me quede en silencio por un largo rato, el sonido del mar era algo que lograba tranquilizarme bastante. Un viento frio se levanto repentinamente y me abrase a mi mismo para conservar el calor. Me di vuelta repentinamente y entre a la casa al trote. En ese momento Blaine se acercaba a mí con un suéter bordo tejido a mano, lo tendió hacia mí mirándome con una leve sonrisa.
-hace frio-dijo en un susurro. Tomé el suéter y lo lance a un costado, Blaine me observo sorprendido yo le sonreí.
-no lo necesito- tome el cuello del moreno suavemente y lo acerque a mí. Blaine me observaba detenidamente pero no ofrecía ninguna resistencia. Apoye mis labios firmemente contra los de él y lo bese, al principio tiernamente luego se transformó en un beso apasionado. Blaine rodeo mi cintura con sus brazos y me acerco más hacia él. En un segundo sentí un “click” en mi cabeza y deje de besarlo. Rodeé su cuello con mis brazo y lo apreté fuerte contra mí, el me respondió al abrazo con la misma intensidad. Nuestras respiraciones agitadas se hacían notar en el silencio. Nuestros pechos subían y bajaban con extrema rapidez, juntos y al compás.
-te amo- le susurre aun agitado y con la voz entrecortada. Blaine me presiono más contra él.
-también te amo Kurt- beso el lóbulo de mi oreja y lo mordió suavemente. Reí sin poder contenerme. Lo aparte un poco de mi y le sonreí, Blaine acaricio mi rostro y volvió a besarme tiernamente- no temas, juro que siempre te cuidare.
No hubo nada más que decir, luego de eso nos fundimos en un remolino de amor y pasión, el cual es imposible describir con palabras. Fue la mejor noche de mi vida podría asegurarlo, Blaine y yo éramos como dos piezas de rompecabezas hechas la una para la otra.
Desperté por la luz del sol que entraba por la ventana del dormitorio. Blaine acariciaba mi cabello desordenado y me observaba con una sonrisa, le devolví la sonrisa y me desperece segundos después.
-me gusta observarte dormir- yo me reí- no, en serio ¿puedes recordar lo que soñabas?-lo mire extrañado.
-¿por qué preguntas?- indague curioso, mientras me acomodaba mejor en la almohada.
-pues, tenias una hermosa sonrisa mientras dormías y me dio curiosidad sobre que estarías soñando-le sonreí, tome su cachete con una mano y se lo pellizqué tiernamente.
-bueno, tal vez no allá sido por el sueño y la razón de mi sonrisa sea porque pase la noche más maravillosa de mi vida con el hombre que amo- Blaine me observo como sorprendido, entonces me di cuenta de que no esperaba aquella respuesta- pero- continúe- en caso de que allá sido por el sueño, pues… debí haber soñado contigo, no encuentro otra explicación para sonreír mientras duermo.
Blaine me dedico una sonrisa radiante antes de besarme dulcemente los labios.
-pues, pensándolo mejor espero que allá sido por la primera razón-me miro con sus ojos avellana que brillaban más que nunca esa mañana- ya que, yo también me desperté con una sonrisa por haber pasado la mejor noche de mi vida con el hombre que amo- me reí.
-ah ¿en serio?- dije haciéndome el sorprendido- ¿y con quien pasaste tu noche?
Blaine rio pero me siguió el juego.
-bueno pues con un chico alto, de pelo castaño, hermosos ojos azules extremadamente sexy… creo que se llama Kurt- nos reímos juntos, lo mire fingiendo una mirada desafiante.
-¿así que solo me toma como un objeto sensual señor Anderson?- Blaine dudo por una segundo.
-emm sí, eso creo- saque la almohada y le pegue con ella mientras nos reíamos. Cuando logramos parar con nuestras risas Blaine me abrazo, yo acomode mi cara contra su pecho y cerré los ojos. Era maravilloso poder sentir los latidos del corazón de Blaine, me hacía sentir que estaba más cerca de él.
-eres lo más importante que tengo ¿lo sabes verdad?- bese su torso desnudo en forma de respuesta- nunca lo olvides.
Apoyo su cara contra mis cabellos. Nuestras piernas se encontraban enredadas entre si y nuestros cuerpos rosándose en cada extremo. Sencillamente un momento que no quería que se terminara, una atmosfera hermosa inundaba toda la habitación, nunca me había sentido tan calmo, tan feliz, tan amado.
Podía afirmar en ese momento, al estar con Blaine, que realmente tenía mucha suerte, pero… la buena suerte podía convertirse en mala suerte ¿verdad?
Capitulo 9
-tengo miedo- le dije. Blaine y yo estábamos sentados en el sillón hamaca observando el mar. Apoye mi cabeza sobre el hombro de Blaine y este a su vez apoyo la suya sobre la mía. Nuestros pies rosaban la arena levemente mientras el sillón se mecía.
-no tienes por qué tener miedo- dijo Blaine con vos firme- no importa que tan lejos estemos, siempre vamos a estar juntos.
Apreté su mano entre las mías, el me miro con una sonrisa, luego volvió la vista hacia el mar.
No importaba cuan confiado parecía estar, lo conocía muy bien y sabia que eso de “tranquilo todo va a estar bien no tengas miedo”, era solo una máscara, el estaba triste y tenía miedo al igual que yo, solo que no quería demostrarlo y estaba seguro de que la razón por la que no quería demostrar sus verdaderos sentimientos era yo. Simplemente él no quería que yo sufriera, quería que yo estuviera tranquilo, quería que yo pensara que no sería tan difícil estar lejos de el por tanto tiempo, pero a pesar de sus esfuerzos no funcionaba, tenia tanto miedo de alejarme de él, me sentía tan triste de tener que dejarlo, había tantas cosas que quería decir y nada salía de mi boca. Pero, ¿Qué podía hacer? Lo sabía desde el principio, las vacaciones tienen un final, y aunque no quería admitirlo el final de estas vacaciones significaría abandonar lo más valioso que tenia, lo que mas amaba y no poder hacer nada por eso me estaba matando.
Blaine alcanzo mi mano hasta sus labios y la beso tiernamente, no pude evitar sonrojarme al contacto de su boca con mi piel. Tenía miedo de que esos momentos terminaran. Luego de un tiempo de haberlo conocido me había dado cuenta que lo necesitaba, que no podía estar sin él, que cada hora que pasaba sin él era una vida, ¿Cómo podría lograr vivir 9 meses sin él? Cuando esta pregunta empezó a cruzar por mi cabeza decidí preguntársela a Blaine.
-has estado 17 años de tu vida sin mí ¿en serio crees que no podrás aguantar 9 meses?- me contesto riendo. Obviamente me enoje, me aleje de él y le solté la mano. Obviamente no era lo mismo, durante todo ese tiempo no lo conocía, y si no lo conocía ¿Cómo iba a extrañarlo? O ¿Cómo iba a pensar en él? Sinceramente la actitud de Blaine frente a la situación “fin del verano= nos vemos dentro de nueve meses” me estaba irritando demasiado. ¿Por qué tenía que ser yo el único preocupado? ¿Por qué el fingía estar tranquilo? O tal vez no quería estar más conmigo y simplemente el fin del verano era lo que el necesitaba para deshacerse de mi. Me asuste ante mis propios pensamientos, no eso no podría pasar, Blaine me amaba, me lo había dicho, no se puede mentir sobre esas cosas ¿verdad?
Blaine me miro sorprendido ante mi reacción.
-¿Qué te sucede?- indago el moreno.
-me molestas- Blaine sonrió. Yo lo mire con cara de pocos amigos.
-¿en qué te molesto?-me dirigió nuevamente su cara de perrito mojado. ¡No era justo! ¿Por qué rayos me miraba así? ¿Es que no tenía piedad de mí? Era obvio sabía que su carita de perrito mojado simplemente me podía.
-me molesta tu actitud, frente a esta situación- dije al fin intentando no mirarlo, fije la vista en el mar. Blaine tomo mi barbilla y giro mi rostro hasta que estuvimos cara a cara.
-Kurt- dijo con la cara seria, parecía que había desaparecido todo signo de burla de ella- tan solo nos quedan 6 días, no quiero pasar los últimos momentos que estaré contigo lamentándome y sufriendo por el tiempo que no te tendré- beso mis labios tiernamente- para eso tengo nueve meses mas- ambos sonreímos. Blaine volvió a besar mis labios y no nos separamos por un largo rato.
Esa noche nos acostamos mas tarde de lo normal. Decidí quedarme en la casa de Blaine para estar más tiempo con él. Me desperté a la madrugada por un leve sonido, Blaine no estaba a mi lado y eso me pareció bastante extraño, entonces me levante de la cama silenciosamente y me dirigí hacia donde se oían los ruidos. Llegue a la cocina, el ruido provenía desde detrás de la mesada, en la que Blaine desarrollaba sus grandes platos de comida. Me acerque sigilosamente y me asome para ver que era… allí estaba, Blaine sentado en el suelo abrazando sus piernas y la cabeza enterrada en sus rodillas, sollozaba. Me acerque a él y lo abrace.
-no quiero alejarme de ti Kurt- me dijo entre sollozos.
-lo sé- le conteste mientras las lagrimas comenzaban a cubrir mis mejillas- tampoco quiero alejarme de ti, te amo Blaine.
Blaine soltó sus rodillas y me rodeo con sus brazos.
-creí…- tomo una gran bocanada de aire- que podría soportar estar lejos de ti, creí que no sería tan difícil, pero el solo hecho de pensarte lejos de aquí, lejos de mis brazos, me parte al medio-lo oprimí mas fuerte contra mi- tengo tanto miedo de que no estés conmigo.
-siempre- lo aleje de mi y tome su rostro entre mis manos- siempre, estaré contigo- las lagrimas caían de mi rostro como cascadas, Blaine paso sus dedos por mis mejillas apartando cada una de las lagrimas de mis ojos.
-lamento haberte hecho pasar este momento- me sonrió levemente- no quería que me vieras triste, pensé que tal vez si mi veías fuerte y tranquilo tu también lo estarías.
-te conozco lo bastante bien para darme cuenta cuando finges- le sonreí, acaricio mi rostro con la yema de los dedos- no tenias que intentar protegerme así, no tenias que reprimirte por mí, quiero que seamos auténticos siempre entre nosotros, jamás finjas cuando estés conmigo, porque me daré cuenta y además si reprimes cualquier sentimiento, eso a futuro te terminara hiriendo a ti mismo.
Blaine beso mis labios, lentamente, disfrutando cada roce de estos.
-como extrañare estos momentos- me susurro con sus labios aun rozando levemente los míos. Yo asentí, tome el cuello se su camiseta de dormir y lo atraje hacia mí, nuestros labios volvieron a estar juntos. Los besos de Blaine eran los más perfectos, sentía como mi corazón se llenaba con cada roce. Acaricio mis cabellos con sus manos suaves, cada caricia me hacía sentir una sensación extraña en el estomago, que me encantaba sentir- desearía que este verano durara para siempre- dijo con la vos entre cortada y agitada.
-también yo- Blaine tomo mi camiseta de dormir y me la saco despacio. Me miro a los ojos por un momento, sus ojos avellana brillaban vivamente, me sonreía. Le devolví la sonrisa, acerco su cara a mi cuello y lo beso una y otra vez. Esta vez yo tome su camiseta y lo despoje de ella, el moreno me sonrió ante esto y me beso apasionadamente.
Ambos sabíamos que esa sería una de las últimas noches que pasaríamos juntos y obviamente no queríamos desaprovecharla.
Sabía que mi suerte se acabaría pronto, separarme de Blaine seria la mayor prueba de mala suerte que tendría en toda mi vida. Y lo peor era que sabía lo que vendría y no podía detenerlo.
Capitulo 10
El tiempo paso veloz, y finalmente el último día llego, el día de nuestra separación, el día en que mi corazón se partiría al medio dejando una parte con Blaine.
Esa mañana Blaine había ido a mi casa para ayudarme a guardar las cosas en los bolsos, obviamente era un caos, mis cremas por un lado, mi gran cantidad de ropa, mis peines y shampoo y cremas para el cabello, entre otras muchas cosas, todas desparramadas por mi cuarto, mescladas con las cosas de Finn.
-¿y donde pongo esto?- me preguntaba a cada rato Blaine, yo lo miraba y le indicaba con el dedo en que bolso debía ir cada cosa- ¿y esto?- indago levantando del suelo una colección de revistas no aptas para menores.
-oh no eso no es mío- asegure yo al instante, Blaine se rio estruendosamente, Finn paso junto a él y le saco las revistas de la mano, se alejo con la cabeza gacha y totalmente sonrojado. El moreno y yo reímos juntos.
A pesar de sabia que ese día era el último, el día en que dejaría a Blaine, no me sentía solo, simplemente, no sentía ningún signo de tristeza, aun estaba con él y tenía que aprovechar el poco tiempo que tenia junto a él, y eso gracias al cielo no me dejaba pensar en estar triste.
Terminamos lo más rápido que pudimos y decidimos salir a pasear, fuimos al kiosco que estaba a la vuelta de mi casa de playa y nos compramos unos helados, luego nos dirigimos tranquilamente hacia la playa caminando de la mano.
Al llegar el calor era sofocante, era el primer día en todas mis vacaciones que el viento no corría fuertemente en la playa, al notar esto Blaine propuso.
-¿carrera hasta el agua?- yo le sonreí- está bien, a la una, a las dos- y el tramposo se largo a correr, yo lo seguí pero ya no para meterme al agua sino para vengarme de su trampa.
En cuanto llegamos al agua Blaine se zambulló y se alejo nadando hasta donde rompen las olas yo corrí tras él, pero el agua me empujaba hacia atrás. Al llegar junto a él, Blaine me dijo:
-gane- y comenzó a reír, entonces comencé a tirarle agua y me tire sobre el metiéndolo bajo el agua, Blaine me alzo y salimos de debajo del agua.
-eres un tramposo- le dije mientras golpeaba, suave y torpemente su pecho- no es justo, ¿y porque me alzas?
Blaine se rio.
-creí que te estabas ahogando como cuando te conocí- se rio, yo lo mire con cara de pocos amigos.
-no es gracioso- Blaine siguió riendo.
-o ya lo creo que lo es- en ese momento vino una gran ola y nos tiro, cuando logre salir a la superficie, Blaine tocia.
-trague agua- dijo entrecortadamente, esta vez yo empecé a reír.
-eso te pasa por tramposo- asegure me miro y se acercó a mí y me rodeo con sus brazos.
-eso no tiene nada que ver- beso mis labios dulcemente.
-tampoco esto- le dije, porque ¿Por qué me había besado si hacia dos segundos estábamos “peleando”? el moreno rió aun con su boca pegada a la mía.
-tengo que expresar lo que siento, porque sino según tu me terminare hiriéndome a mi mismo- se rio y volvió a besarme, yo lo aleje.
-no me refería a eso Blaine- le sonreí- pero igualmente no puedo permitir que te contengas.
Rodee con mis brazos su cuello y lo bese. Sentir el cuerpo tibio y mojado de Blaine rosando mí piel era una sensación extraordinaria, pero la triste realidad quería arruinar mi felicidad, poco a poco cada uno de estos momentos y sensaciones se perderían en el tiempo y la verdad no quería que eso sucediera.
Blaine y yo permanecíamos sentados en la arena, el moreno me rodio con sus brazos y me beso la mejilla.
-creo que ya debemos regresar, sino te dejaran aquí- volvió a besar mi mejilla mientras reía levemente. “-ojala me dejaran-“ pensé yo.
-te extrañare mucho- sus ojos avellana se encontraron con los míos.
-también te extrañare- beso mi hombro- todos los días, cada segundo que pase, te extrañare- el moreno volvió a posar sus ojos en los míos- te llamare todos los días, solo para poder oír tu voz y tener la certeza de que estas bien, me harás falta cada día, ¿pero sabes porque lo soportare?- negué con la cabeza- porque te amo, y la esperanza de verte de nuevo es la que me mantendrá vivo, el saber que te volveré a ver es lo que luchara contra el sufrimiento y al fin cuando tu vuelvas ganara la esperanza y volveremos a ser felices, solo porque nos tendremos el uno al otro.- la voz de Blaine sonaba desesperada, sabía que tenía miedo, yo también lo tenía, pero íbamos a pasar por esto, lo superaríamos, ambos lo sabíamos porque nos amábamos.
-te amo-bese sus labios, un beso largo e intenso, no quería olvidar lo que se sentía besar a Blaine.
Luego de eso caminamos en silencio hacia mi casa de playa, al llegar mis padres ya estaban subiendo los bolsos al auto.
-Kurt partiremos en 20 minutos, revisa bien que no te falte nada- dijo mi papá, miro a Blaine con una cara extraña y muy difícil de descifrar, ¿era una mirada de aflicción?
Blaine tomo mi mano y juntos entramos a la casa, mire distraídamente para todos lados, lo único que quedaba en la casa eran un par de muebles, después era todo un vacio. Suspire.
-hubiese querido visitar tu casa por última vez- mi vos se quebró en las últimas palabras, el moreno se acerco a mí y me envolvió con sus brazos.
-ya pronto, estaremos juntos de nuevo- me oprimo contra él, su corazón latía lentamente, pacifico- cuando menos los pienses estaremos de vuelta en mi casa de playa jugando al ajedrez.
Me reí, Blaine me alejo de él lentamente. Poso sus dedos en mis mejillas, por un momento pensé que me acariciaba pero no era eso lo que hacía, el estaba secando mis lagrimas, porque sin darme cuenta yo estaba llorando. Blaine me dedico una sonrisa cálida.
-todo estará bien- tomo mi rostro entre sus manos y beso mi frente-no te preocupes.
Me seque las lagrimas de mis ojos y le sonreí.
-sí, tienes razón estaremos bien- en ese momento Carol entro.
-Kurt, tenemos que irnos- dijo con vos calma, mi madrastra le dedico un sonrisa maternal a Blaine- hola Blaine.
Blaine asintió en modo de saludo, Carol se dirigió afuera y nosotros la seguimos.
Finn y Burt ya estaban en el auto cuando salimos, Carol se despidió de Blaine y entro al auto.
Blaine y yo nos abrazamos.
-te llamare cuando llegue- prometí, Blaine me presiono contra el- estaremos bien, pronto estaremos juntos de nuevo.
Me aleje un poco del moreno, este me sonrió, sus ojos brillaban con lagrimas dentro. Tome su rostro y lo bese.
-nos veremos pronto- empecé a alejarme pero Blaine me sostuvo de la mano. No podía soportar verlo triste, me dolía mas verle llorar que cualquier otra cosa.
-espera- saco algo de su bolsillo y me lo entrego, era una carta- había tantas cosas que quería decirte hoy, pero simplemente se que no podría recordarlas todas entonces las escribí, faltan muchas cosas pero es algo- rodee su cuello con mis brazos y lo bese- te amo- me dijo con su boca pegada a la mía.
-también te amo- lo solté precipitadamente y corrí hasta el auto, entre y me asome por la ventanilla para saludarlo. Blaine me señalaba algo en su mano, en su dedo.
-también tengo uno- dijo sonriendo, no lo entendí, el auto arranco y poco a poco nos alejamos de Blaine.
Este se quedo saludando y sonriendo hasta que lo perdimos de vista. Las lágrimas recorrían mi rostro y mis manos aferraban fuertemente la carta de Blaine.
Finn apoyo su mano en mi pierna en señal de apoyo, intente sonreírle pero por cómo me miro yo diría que no creyó demasiado mi intento de sonrisa.
Nos alejamos despacio de la playa, todos admiraban el paisaje por la ventana, excepto yo mis ojos estaban clavados en la carta de Blaine, aun cerrada con la firma de Blaine en la parte inferior del sobre. Acaricie la carta y suspire.
-ojala nos volvamos a ver Blaine Anderson.
Capitulo 11
Llegamos a casa. Baje mis bolsos rápidamente y me dirigí a mi cuarto, al entrar tire los bolsos sobre la cama y cerré la puerta con llave.
Había esperado todo el viaje para abrir la carta, no quería que Finn anduviera husmeando lo que Blaine me había escrito y mucho menos que me interrumpieran.
Abrí el sobre cuidadosamente, saque el papel de dentro, era de color canela, la letra prolija pero temblorosa de Blaine se veía en cada renglón. Deje el sobre en mi cama, me senté y comencé a leer.
Amado Kurt:
Te quisiera decir tantas cosas en este momento, podría hacer una extensa lista de tus cualidades, de cómo me haces sentir cuando estoy contigo, de todo lo que provocas en mí, pero no me alcanzaría la vida para escribir tantas cosas, así que tan solo te diré unas pocas.
Cambiaste mi vida cuando te encontré en la playa este verano, me sentía tan solo, excluido del mundo hasta que tu llegaste, y me hiciste comprender todo, lograste enseñarme tanto en tan poco tiempo, me enseñaste lo que la vida significa, me enseñaste a defender lo que soy y lo que quiero, me enseñaste a valorar cada cosa y lo más importante me enseñaste a amar.
Te agradezco de todo corazón por haberme dejado entrar en tu vida, por hacerme parte de tu historia, jamás me voy a cansar de repetir que eres lo más importante que tengo y juro que siempre peleare para tenerte junto a mi… desearía que jamás tuviéramos que separarnos, pero la vida siempre pone pruebas en el camino y creo que esta solo será una más de las vallas que tengamos dentro de nuestro camino juntos.
No voy a negar que hicieras que pasara el mejor verano de mi vida, pero, ¿sabes que sería mejor que eso? Una vida eterna junto a ti.
Eres todo lo que amo y todo lo que necesito, tú me completas, si tú estás conmigo no necesito nada más. Eres perfecto para mí.
Te amo con toda mi alma y todo mi corazón, te juro que nos veremos pronto, te estaré esperando, contare los minutos para tu regreso.
En fin, no me extrañes, pronto estaremos juntos.
Te amo con todo mí ser
Blaine
Pd: el anillo, no te asustes, no es de compromiso o de casamiento, es un anillo de unión, siempre que lo lleves puesto estaremos juntos… no tiene nuestros nombres grabados, sino que tiene la unión de nuestros nombres. Ojala te guste. Te amo.
Seque las lágrimas de mis ojos, acaricie cada renglón de la carta y suspire. No habían pasado más que un par de horas y ya me sentía vacio, sentía que algo me faltaba y ese algo era Blaine.
Tome el sobre nuevamente y saque el anillo que se encontraba dentro, el cual no había notado minutos atrás. Lo observe detenidamente, gravado en el interior del anillo decía “Klaine”. Sonreí, claramente la combinación de nuestros nombres Kurt + Blaine = Klaine. Me reí al pensar en Blaine pensando cual podría ser la mejor combinación.
Tome el anillo y me lo coloqué, estire la mano, lo observe por varios segundos, me quedaba perfecto. Fantasee en ese momento con mi casamiento, me reí ante mi propio pensamiento, “-que tonterías piensas Kurt-“ me dije.
Me tire en la cama aun observando el anillo. Para cualquiera seria un anillo dorado, normal y corriente, pero para mí y para Blaine siempre seria más que eso, el símbolo de nuestro amor.
Empecé a sentir que me desmoronaba por dentro, intentando contener las lágrimas, lo salude con una sonrisa mientras el auto se alejaba de mi vista. Cuando ya no logre divisarlo más las lágrimas se dieron paso. Camine, pateando la arena hasta mi casa. Me sentía vacio, el solo pensar que no lo vería hacia que las lagrimas salieran con más intensidad, sentía como mi corazón latía lenta y dolorosamente dentro de mi pecho. Ya no podía hacer nada, se había ido. Jamás creí que sufriría tanto por alguien, pero era cierto estaba pasando. Llegue a casa y me desmorone sobre la cama. Sin darme cuanta estaba sobre algo, lo saque de debajo mío, era la camisa que le había prestado a Kurt días atrás, aun conservaba su aroma puro y dulce. La oprimí contra mi pecho y suspire.
Mi cabeza me daba vueltas, pero con suerte el tiempo sanaría la herida de la distancia, o por lo menos la limpiaría para que no doliera tanto.
Capitulo 12
Las clases habían comenzado y eso no contaba como algo demasiado bueno para mí. Aunque el tiempo que pasaba en el Glee club y con mis amigos era asombroso las demás horas eran una tortura, pensaba en Blaine en cualquier materia, no lograba concentrarme y eso no me ayudaba en nada.
Al fin toco la campana y todos salimos felices de McKinley, Rachel se había ofrecido a acompañarme a casa aludiendo a que si me hacia compañía tal vez olvidara un poco a mi “amor playero” como lo había denominado ella, obviamente no lo hacía por eso, solo quería pasar más tiempo con Finn y me utilizaba de excusa así que le dije que no y al ver que insistía le indique que Finn entrenaría hasta tarde entonces no volvería conmigo a casa, dicho esto la morena me sonrió.
-ah bueno, entonces me quedare a ver la práctica de fútbol- nos despedimos.
Camine tranquilamente hasta mi casa, no había llevado el auto, me gustaba caminar me recordaba a las largas caminatas que había hecho con Blaine en la playa y de alguna manera sentía que estamos caminado juntos como siempre.
-Kurt- una voz familiar me detuvo, voltee para ver quién era.
-¿Sebastián?- el rubio me sonreía.-¿Qué haces aquí?-indague sorprendido por haberlo encontrado por allí.
-vivo por aquí- se rio. Claro el no vivía en la playa, como yo, el también había vacacionado ahí- que sorpresa encontrarte por aquí Kurt, ¿Qué tal esta Blaine? La última vez que lo vi creo que intento matarme ¿verdad?
Me reí ante el torpe humor de Sebastián.
-bueno, Blaine vive en la casa de playa así que no sé como esta en estos momentos- el rubio me miro curioso y sorprendido.
-creí que vivan juntos-me reí nerviosamente.
-se podría decir que así fue en las vacaciones, pero yo vivo aquí, estudio aquí, tuve que regresar- Sebastián sonrió ampliamente, parecía una sonrisa de… ¿triunfo?
-parece una larga historia, ¿quieres contármela mientras tomamos un café?- le sonreí, no me haría nada mal hablar un poco y desahogarme, entonces acepte la invitación.
-¿puedes creerlo?- le contaba animadamente a Blaine por teléfono- “TU” amigo Sebastián aquí- me reí.
-eso no puede ser bueno-susurraba Blaine del otro lado del auricular- ¿y dices que fueron a tomar un café? ¿Por qué aceptaste su invitación?
Parecía un tanto molesto.
-no lo sé Blaine, tan solo era un café, no quería ser descortés, además necesitaba hablar con alguien sobre todo esto.
-eso lo entiendo pero ¿Por qué elegiste a ese tipo para hablar? Habiendo tantas personas en el mundo ¿lo tenias que elegir a él?
Me reí un poco, Blaine parecía consternado.
-lo sé, pero fue la situación y el quiso escucharme- Blaine suspiro- no te preocupes, no me aprovechare del pobre de Sebastián mientras tú no estés.
Me reí sonoramente, Blaine pareció tranquilizarse un poco ya que su tono de voz cambio.
-está bien, ten cuidado, no dejes que ese idiota se aproveche de la situación.
-lo prometo.
-debo irme, mañana debo levantarme temprano.
-está bien, descansa, sueña con los angelitos te amo.
-Okay, soñare contigo entonces, te amo.
Colgué el teléfono y me dirigí al baño para darme una ducha caliente. Había sido un largo día.
Apoye el teléfono en mi mesita de luz y me deje caer sobre la cama. Me quede observando al techo, pensando.
¿Por qué rayos tenía tanta mala suerte? Además de estar lejos de Kurt ¿ahora volvía a aparecer ese idiota de Sebastián? No podía irme peor. Me sentía débil, vulnerable, sabía que no podría detener a ese idiota, cualquier cosa que intentara con Kurt sería inevitable. Confiaba en Kurt al 100%, sabía que él no me traicionaría jamás, pero tal vez ese tipo lograría de alguna forma conquistar a mi castaño y quisiera o no aceptarlo sería mejor para Kurt estar con ese rubio, pues por lo menos tendría la contención que merecía cerca de él.
Suspire.
-no, Blaine, no te puedes dar por vencido, no justo ahora, no abandonaras esta batalla, porque al final vas a ganarla, pase lo que pase- me dije a mí mismo.
Si no confiaba en mí mismo y en Kurt en estos momentos no me quedaría más que rendirme, pero tenía confianza, tal vez no de sobra pero tenía la suficiente confianza como para saber que Sebastián no podría separarnos nunca. Aun así me preocupaba.
La mala suerte me había empezado a aplastar desde que Kurt se había ido, eso me hacia preguntarme si todas las cosas que se vinieran serian malas… en cualquier caso me consolaba pensar que, si la buena suerte se podía convertir en mala suerte, la mala suerte también podía transformarse en buena suerte, o eso esperaba al menos.
Capitulo 13
La canción “Not Alone” que Blaine me había hecho sonaba en mi celular, obviamente no había perdido un minuto para grabarlo cantándola. Lo extrañaba tanto.
Sebastián me había invitado esa noche a un boliche, acepte sin más que hacer. Sabía que a Blaine no le gustaría nada cuando se enterara, pero si me quedaba en mi casa no iba a poder dejar de pensar en él y en que no estaba conmigo, y eso hacía que me sintiera terrible, así que sin más decidí reunirme con Sebastián.
Termine de arreglarme, tome mi auto y pase a buscar a Sebastián por su casa.
-Hola Kurt- me saludo el rubio mientras se metía al auto- ¿cómo va la vida sin Blaine?
El rubio rio, yo lo mire con cara de pocos amigos. Sabía que Sebastián no lo decía con maldad solo era su manera de hacer bromas.
-mas que bien- le conteste aun serio, mirando al frente mientras aceleraba. Alcé mi mano hasta su cara y le enseñe el anillo- nos vamos a casar pronto- mentí. La cara de Sebastián se desfiguro y se puso blanca como un papel, comencé a reírme instintivamente.- estaba bromeando, debiste haber visto tu cara- seguí riendo, Sebastián suspiro y me dedico una sonrisa de lado.
-realmente me asustaste- acaricio con su mano mi mejilla, yo miraba al frente nervioso- aun tengo oportunidad.
El rubio sonrió, voltee a mirarlo estupefacto.
-¿en serio creíste que solo quiero ser tu amigo Kurt?- dijo interpretando mi expresión, asentí.- pues lo siento pero no soy alguien que se rinda fácil, prometo que hare todo por alejarte de Blaine y no tengo intención de ocultarte mis intenciones, ese idiota no te merece Kurt debes entenderlo, no puede darte nada, subsiste en este mundo como puede, no tiene una familia decente y no tiene un centavo en el bolsillo- suspiro, yo lo escuchaba petrificado, cada palabra que decía era incorrecta, pero no podía callarlo, las palabras no salían de mi boca- yo tengo todo lo que necesitas, tengo dinero, tengo una familia respetable y tengo un empleo asegurado con mi padre.
Frene el auto, Sebastián lo tomo como una insinuación, se acerco a mí y me acaricio el cabello. Entonces pude mirarlo, lo observe con mucho dolor y rabia.
-te equivocas- el tono de mi voz era tan firme que hasta yo me sorprendí, Sebastián se echó hacia atrás-Blaine es todo lo que necesito, no quiero nada más, si lo tengo a él no necesito nada de lo que tú me quieras dar- sus ojos brillaban, y su cara demostraba rabia y preocupación a la vez- y no quiero nada de ti, no me interesa tu dinero ni tu familia ni nada. Creí que podríamos ser amigos, pero tu actitud no me hace querer acercarme a ti- mire al frente y tome aire, luego volví la mirada hacia el- ¿por qué crees que agrediendo a la persona que amo te ganaras mi atención?
Sebastián trago saliva, me dedico una sonrisa forzada.
-no sabes lo que dices, cuando no tengas nada y estés con ese personaje vendrás a mi corriendo- me reí ante esas palabras- lo agredo porque lo odio-continuo Sebastián, lo observe detenidamente.
-¿y porque habrías de odiarlo? No te ha hecho nada- Sebastián se rio forzadamente.
-¿Por qué? tal vez no te des cuenta Kurt, pero realmente me interesaría estar contigo, eres tan diferente a todos los que he conocido, pero Blaine es la piedra de mi zapato, y lo odio por eso, lo envidio profundamente, porque a pesar de que yo lo tenga todo y el no tenga nada, te tiene a ti y yo daría todo por tener alguien como tú, alguien que realmente se interesara por mí, que me ame como soy, lo envidio tanto que lo odio- Sebastián suspiro- eres de lo que no se encuentra fácilmente Kurt, creo que tu novio no te valora como debería- abrió la puerta del auto y comenzó a bajarse- si lo hiciera, te hubiese seguido hasta aquí- salió completamente del auto.
-espera-le medio grite- ¿A dónde vas?
El rubio asomo la cara por el orifico de a puerta y me sonrió.
-Creo que ese asiento está reservado para otro, tal vez lo odie, pero jamás podría hacer nada contra ti y si te separaría de él se que te estaría hiriendo mucho- el rubio metió el torso dentro del auto para acercarse a mi- jamás haría nada que te hiriera, pero quisiera que el sufriera un poco al menos.
Acerco sus labios a los míos y me beso. Mis labios se pusieron rígidos ante el contacto de los labios de Sebastián, este aun así no apartaba su boca de la mía. Intente apartarlo pero tomo mis manos y las sostuvo con las suyas. Mis labios cedieron ante la presión, la boca de Sebastián no era dulce como la de Blaine y no sentía ningún deseo de que ese beso continuara. Corrí mi rostro y beso mi barbilla hasta el cuello asiendo caso omiso a mis intentos por alejarlo. Finalmente volvió a mis labios y mordió, fuerte y dolorosamente mi labio inferior. Luego se aparto y me sonrió.
-un recuerdo para Blaine- dijo acercado su mano a mis labios y sacando una gota de sangre- no olvides contarle esto con lujo de detalles.
Volvió a sonreír. Salió del auto y cerró la puerta de un portazo. Me quede inmóvil, asustado, mi corazón latía a mil. Comencé a llorar en ese instante. ¿Cómo rayos había pasado eso? ¿Cómo no había podido alejar a ese idiota? ¿Por qué no le había hecho caso a Blaine?
Todo había sido demasiado rápido, en ese momento solo quería volver a casa, quería que Blaine estuviera ahí y que me abrazara y me consolara.
Arranque el auto aun con las lágrimas brotando de mis ojos. Acelere un poco, tome mi teléfono y llame a Blaine.
-¿hola?-tome aire necesitaba hablar con él-…. ¿Kurt eres tú? ¿Estás bien?
-lo siento Blaine- rompí en llanto.
-¿qué paso? ¿Te encuentras bien? ¡Contéstame Kurt!-su voz sonaba desesperada.
-algo paso…
Capitulo 14
Me arroje en la cama totalmente abatido. Blaine se había enfadado totalmente conmigo y me había colgado el teléfono. No podía creerlo, ante una situación así, por primera vez en mi vida estaba solo y tenía que enfrentarlo, todo había sido mi culpa, TODO.
Las lágrimas recorrían mi rostro sin intención de parar, me abracé a mi almohada y cerré los ojos, apreté mis labios contra la almohada y sentí el ardor de la herida de mi labio, pero esto no hizo que la alejara, al contrario apreté más mis labios contra esta. Por lo menos el dolor me hacia recordar que aun estaba vivo.
Había logrado todo lo que no quería en cuestión de minutos, un Sebastián sobre mí y un Blaine odiándome. Jamás me lo perdonaría, jamás.
Aunque sabía que yo no lo había querido, Blaine se había enfadado conmigo.
-¡TE HABIA DICHO QUE NO TE ACERCARAS A ESE IDIOTA!-me había gritado por el auricular del teléfono, no le pude contestar nada, tenía razón.- ¿QUE RAYOS PRETENDIAS? No puedo creerlo.
Fueron sus últimas palabras, luego colgó el auricular.
Cerré mis ojos intentando conciliar el sueño, aunque se me hacía imposible no pensar en lo ocurrido hice todo el esfuerzo posible por poner mi mente en blanco y olvidar el tema por lo menos hasta el día siguiente.
Me desperté sobresaltado por el sonido de mi celular, sonaba “Single ladies” lo que significaba que era mercedes quien llamaba. Atendí en cuanto logre despabilarme un poco.
-¿hola?
-Kurt, soy yo-dijo mercedes del otro lado del auricular.
-si lo sé Marci, ¿qué sucede?
-hoy haremos una práctica extracurricular con los del Glee Club al medio día ¿vienes?
-claro, está bien nos vemos ahí- seguramente eso me despejaría un poco.
-Okay, bye- colgué el auricular.
Me levante y tome una rápida ducha caliente. Baje las escaleras hasta la cocina, mi papa y Carol y a estaban desayunando, Burt me miro extrañado.
-Kurt hoy es sábado, puedes dormir lo que quieras ¿recuerdas?- le sonreí.
-tengo practica con el club de coro- asintió y se metió una tostada con dulce en la boca.
-come algo antes de irte- Carol me alcanzo una tostada con dulce de leche, la tome y la mordisquee un poco. En ese momento alguien golpeo la puerta principal.
-Iré a ver quién es- anuncie, ambos asintieron y se quedaron en la cocina.
Llegue a la puerta en un par de zancadas, tome el picaporte y abrí.
Mis ojos se abrieron como platos, una figura con cabello negro desordenado y ojos avellana está parado frente a mí, me miraba con el semblante serio.
-bl….bla…Blaine- mis palabras sonaron cada vez más bajas, de repente ya no veía al moreno delante mío, sino que caía en una inmensidad de oscuridad total, claramente me había desmayado.
-¿Kurt?- sentía como alguien palmeaba suavemente mi mejilla-Kurt ¿te encuentras bien?
Logre abrir los ojos, e encontraba recostado en el sillón de la sala de estar, Carol, Burt y Blaine me rodeaban.
-oh dios mío-dije sin poder contenerme, mirando a Blaine fijamente-¿papá?
-¿Qué sucede?-indago mi papá medio alterado.
-estoy teniendo alucinaciones-dije sin apartar mi mirada de mi flamante Blaine imaginario.
-¿que ves Kurt?-dijo Carol con vos pacifica.
-veo-inspire hondo-veo a Blaine.
Blaine imaginario me miro con suspicacia. Burt y Carol comenzaron a reír .
-Kurt, soy yo, Blaine aquí estoy en realidad no soy una alucinación.
-No lo es Kurt, es cierto esta aquí junto a ti-Carol me sonrió.
-¿Blaine?-el moreno me dedico una media sonrisa, tenía una mueca de tristeza en su rostro que podía notar intentaba disimular.
-aquí estoy- sin pensarlo dos veces salte del sillón y me arroje sobre él con una felicidad infinita. Caímos al suelo y nos quedamos ahí abrazados.
-bueno-dijo Burt como quien no quiere la cosa- nosotros nos vamos Kurt, adiós Blaine. Abandonaron la sala y salieron por la puerta principal.
Después de unos segundos más me aparte de él y ambos nos sentamos en el piso.
-te necesitaba tanto-le dije, le sonreí. El moreno tenía la mirada perdida.
-tenía tantas cosas para decirte-me dijo aun sin mirarme- tanta ira por lo de aquel idiota, quería enojarme contigo, estaba muy enojado, en cuanto colgué el teléfono me fui a la parada del bus para venir aquí, quería discutir contigo, quería hacerte notar que te habías equivocado, quería que te dieras cuenta lo mal que me había sentido al oír cada palabra de lo que había sucedido…-suspiro, mis ojos se habían llenado de lagrimas, Blaine clavo sus ojos avellana en los míos- y sin embargo, cuando te vi, cuando caíste sobre mis brazos, cuando abriste los ojos, cuando me abrasaste ya no me sentí triste, ni enojado, ni tenía ganas de gritarte tan solo quería que me abrazaras, que me besaras, quería-dudo un instante-quiero tocar tu cuerpo, quiero tener tus labios a un centímetro de los míos y sentir tu respiración y tus palpitaciones aceleradas junto a mi pecho. Te extrañaba tanto, que creo que busque una excusa solo para venir a verte.
Lo observé boquiabierto. El moreno se acerco lentamente y me beso tiernamente los labios instintivamente mis manos se posaron sobre sus risos alborotados y lo atraje hacia mí, el beso se hizo salvaje en un instante, era un beso tan ansiado, tan extrañado. Blaine presionaba fuerte y firmemente sus labios contra los míos, esto provoco que mi herida hecha la noche anterior volviera a abrirse. En un segundo pude sentir el sabor de la sangre en mi boca. Blaine se alejo un poco, lo mire avergonzado. El moreno volvió a acercarse y beso dulcemente el lugar donde estaba la herida.
-¿te duele?-susurro aun con sus labios pegados a la herida.
-un poco-afirme Blaine volvió a besar la herida.
-ese maldito- se alejo un poco-debes decirme donde vive.
-Blaine no-me miro con cara de pocos amigos-no dejare que te pelees por esto, ya paso, estoy bien ¿no me ves?
Me miro con desconfianza.
-no quiero que algo así te vuelva a suceder-dijo con vos preocupada.
-no va a volver a suceder, estoy seguro-le sonreí y lo bese, mi herida ardio por un segundo, hasta que los labios de Blaine pasaron fugazmente sobre ella haciendo que el ardor desapareciera.
-¿cuánto tiempo te quedaras?- el moreno se alejo y me miro.
-bueno, están fumigando mi escuela así que-lo mire sorprendido.
-¿fumigando?-Blaine comenzó a reírse.
-hay una asquerosa plaga de cucarachas- hice cara de asco y continuo.
-asique me quedare por unos días-sonrió como quien gana un trofeo.
-¡genial!- Lo abrace- entonces vendrás conmigo al baile.
-¿baile? ¿Qué baile?
-el baile de “el Día del Patriota” es solo para juntar fondos para mi escuela, y ya que estas aquí vendrás conmigo.
Blaine me miro con desconfianza pero luego sonrió.
-está bien te acompañare- sonreí y volví a besarlo intensamente, lo tendría por unos días junto a mí y eso me hacía más que feliz, otra vez volvía a ser el chico con mas suerte de todo el mundo.
Capitulo 15
Blaine salió de la habitación vestido con un traje negro, camisa blanca, zapatos negros y corbata negra. Me quede boquiabierto observándolo, parecía un príncipe, MI príncipe. Le sonreí.
-luces estupendo- me tomo por la cintura y me besó.
-también tu- estábamos vestidos de la misma manera, pero en Blaine quedaba perfectamente, jamás lo había visto tan elegante y a pesar de que amaba como se vestía siempre, adoraba ver esta nueva forma suya.
-debemos irnos o llegaremos tarde.
Nos subimos al auto y conduje tranquilamente hasta mi colegio donde se hacia la fiesta. Blaine estaba algo nervioso, no sabía realmente el porqué pero sospechaba que era por el hecho de que fuéramos juntos a una fiesta llena de adolescentes homofóbicos. Yo no me preocupaba por eso, sabía que mis amigos estarían allí y que la pasaría bien de cualquier forma, además estando juntos nadie se atrevería a acercársenos.
Llegamos, nos bajamos del auto y entramos a la fiesta. Todos mis amigos del New Directions ya estaban bailando descontroladamente, en especial Quinn y Puck que se notaba que habían hecho una previa antes del baile y estaban algo “felices”, no dimos cuenta enseguida después de que comenzaran a besarse frenéticamente.
Bailamos en grupo toda la noche, Blaine no quería llamar demasiado la atención y prefirió que no bailáramos juntos, a pesar de que a cada segundo extendía su mano como para tomar la mía y la alejaba precipitadamente mordiéndose el labio inferior.
La fiesta no había terminado cuando decidimos con Blaine volver a casa, llegamos al auto y el moreno me miro confuso.
-creo que deje mi saco en una silla, voy a buscarlo- Blaine se alejo al trote y entro a la escuela. Me quede esperándolo moviendo mis llaves con impaciencia.
-así que viniste con tu novio Kurt- me di vuelta precipitadamente, era Karofsky y Azimio, los dos integrantes del equipo de futbol que adoraban maltratarme. Mis manos empezaron a temblar nerviosamente, aferre fuertemente las llaves de mi coche con una de ellas.
-¿no contestas muñequita?- dijo Karofsky, Azimio se rio detrás de él.
- lárgate Dave- le dije en el tono más firme que pude.
-¿perdón? ¿Estas echándome?- se acerco en un par de zancadas a mí y me tomo del pecho presionándome contra mi auto-¿Quién te crees para hablarme de ese modo?
Veía furia en sus ojos, pero no podía quedarme atrás, estaba cansado de resignarme a sus maltratos.
-suéltame y largarte estúpido ignorante-le grite. Esto no sirvió de nada, Karofsky se enfureció totalmente y me arrojo al piso, se arrodillo junto a mí y le atino a mi cara dos fuertes golpes con su puño.
Todo a mí alrededor giraba, sentía que en cualquier momento perdería el conocimiento.
-¡hey! ¡Aléjate de él maldito!- era una voz familiar, era Blaine que se acercaba corriendo con dos personas más detrás de él, Finn y Mike. Ambas moles al ver que los tres chicos se acercaban huyeron cobardemente.
Blaine se arrodilló junto a mí y comenzó a tocar mi rostro desesperadamente, cada rose de sus dedos dolía en mi piel.
-¿Kurt estas bien? Diablos ¿Por qué no te dije que vinieras conmigo?- el moreno estaba angustiado y totalmente preocupado. Finn y Mike fueron a perseguir a los dos cobardes que me habían golpeado.-te prometo que pronto estarás bien.
Con un último rose de sus dedos en mis mejillas perdí el conocimiento.
Estuve en el hospital en observación durante dos días y Blaine no se separo de mí en ese tiempo, excepto las dos veces que se fue a bañar. Mi moreno se sentía tan culpable, que a cada segundo me decía “lo siento Kurt” o “no volveré a dejarte solo”. A pesar de que le había repetido millones de veces que no había sido su culpa, el muy cabeza dura se continuaba culpando.
Cuando al fin estuve en casa, me recosté en mi cama, Blaine se acostó junto a mí acariciándome el pecho. Los médicos me habían sugerido que hiciera reposo así que me tendría que resignar a estar en cama un par de días.
-te tengo buenas noticias- dijo el moreno sonriendo.
-¿Cuáles? –indague curioso.
- expulsaron a los dos idiotas de tu escuela y los mandaron a un reformatorio por lo que te hicieron.
Le sonreí.
-increíblemente por primera vez hay justicia, lástima que tuvo que suceder esto para que tomaran conciencia y accionaran.
Blaine beso uno de los pequeños cortes que tenía en la mejilla.
-arruinaron mi precioso rostro-dije sarcásticamente, luego reí.
-no es gracioso- dijo a modo de reproche el moreno- además, estas más hermoso que nunca.
Blaine acaricio mi rostro y beso mis labios dulcemente.
En ese instante entraron Carol y mi papá a la habitación.
-se golpea antes de entrar-dije indignado.
-tenemos que hablar- dijo mi padre con el semblante serio, lo miro a Blaine con ojos brillantes y expectantes- voy a proponerte algo.
El moreno lo observo sorprendido, pero asintió sin dudarlo.
Capitulo 16
-lo estuvimos discutiendo desde que llegaste- decía mi papá dirigiéndose a Blaine-y creemos que es lo mejor, pero tienes que saber que la última palabra la tienes tu, tú decides si la respuesta será sí o no.
Blaine asentía a cada palabra, yo me estaba poniendo impaciente, ¿Qué rayos podía ser tan importante como para darle tantas vueltas antes de decirlo?
Mi papa sonrió y miro a Carol, luego volvió la vista a Blaine.
-¿quieres quedarte con nosotros?- mi corazón dejo de latir, mire a Blaine, este tenía la mandíbula desencajada de la sorpresa que le había dado aquella propuesta- vivirías con nosotros e irías con Kurt al colegio-añadió mi papa- claro si tu quieres.
De repente Blaine pareció despertar de un sueño maravilloso.
-claro que quiero-dijo con una sonrisa de oreja a oreja. Aun con todos los machucones que tenía no pude resistirme a tirarme sobre el morenos y abrazarlo con todas mis fuerzas.
-está bien, solo tendrías que traer tus cosas de la casa de playa, pero no te preocupes mandaremos un camión de mudanzas para que valla por ellas- mi papa sonreía, parecía estar feliz. Blaine y yo lo miramos prestándole suma atención- mañana te iremos a inscribir a McKinley para que empieces lo antes posible ¿Qué les parece?
Ambos asentimos.
-es genial-dijimos al unísono. Me levante lo mas cuidadosamente de la cama y abrace a Carol y a mi papá.
-gracias-les susurre al oído.
Claro que amaba la idea de que Blaine estuviera viviendo en mi casa y nunca cambiaria eso por nada, pero quería aprovechar la situación al máximo.
-Blaine-dije mientras caminábamos juntos hacia el colegio- quiero que hagas algo por mí, te aclaro que no puedes negarte.
El moreno me observo curioso.
-te escucho.
-bueno, quisiera que vallamos a hablar con tu familia- en seguida se le cambio la cara.
-sabes que haría lo que fuera por ti pero no puedo hacer eso-suspiro-dame un poco de tiempo ¿quieres?
No podía rechazar eso, cuánto tiempo quería no lo sabía, pero lo haría, si Blaine decía que si, en algún momento lo haría.
-está bien pero lo harás ¿de acuerdo?- el moreno asintió de mala gana.
Pasaron tres años, Blaine y yo vivíamos juntos en New York, Blaine se estaba dedicando a hacer el musical “despertar de primavera” mientras yo Co-Protagonizaba en “Chicago” con el papel de Billy Flynn. Todo era genial, habíamos llegado a la sima y éramos muy felices.
Una noche volví mas tarde de lo normal después de mi función, intente encender las luces de mi casa pero nada sucedió.
“-rayos-dije para mi mismo-han cortado la luz-“llegue al comedor y vi varias velas encendidas sobre la mesa, los platos acomodados perfectamente y una botella de champagne en el centro. En ese instante entro Blaine al comedor, me sonrió y me alcanzo una copa.
-¿qué festejamos?-indague curioso.
-aun nada-me contesto el moreno, que tomo su celular y apretó un botón, empezó a sonar Not Alone- bueno, termine de grabar mi primer disco y….
No lo deje terminar me lancé sobre él y lo abrace con todas mis fuerzas, luego lo bese intensamente.
-oh Blaine te felicito, estoy tan orgulloso de ti- Blaine me alejo un poco.
-Espera, eso no es lo mejor- el moreno abandonó su copa sobre la mesa, yo lo imite. Luego apoyó una rodilla en el suelo y me miro con una sonrisa. Mi corazón palpitaba a mil y mi respiración se agitaba- Kurt, desde el día en que te conocí no he querido separarme de ti, eres lo mejor que me paso en la vida y agradezco que existas y me hallas elegido para compartir tu vida, y nada me haría más feliz que me dijeras que si-saco una pequeña cajita de terciopelo y la abrió, dentro se encontraba un anillo dorado que tenia grabado “Klaine” en la parte externa- ¿Kurt Hummel me harías el honor de casarte conmigo?
-oh Blaine-le sonreí mientras las lágrimas caían por mis ojos- claro que me caso contigo.
El moreno me puso el añillo con la mano temblorosa. Luego me abrazo y nos besamos nuevamente, y por extraño que pareciera, sentía ese beso diferente a todos los otros, este era mejor, no sabía porque pero en ese momento ya me sentía como Kurt Hummel de Anderson.
-Lo prometiste-le dije a modo de reproche- y no fue hace unos días, fue hace prácticamente 3 años y contando.
Nos encontrábamos en la puerta de la casa de los padres de Blaine, yo quería invitarlos a nuestro casamiento y que Blaine pudiera hablar con ellos y arreglar las cosas, pero claro Blaine había evitado esa situación por años, pero ahora no se zafaría tan fácil.
-lo sé, pero esto es muy difícil, ellos me dejaron de lado siendo yo aun un adolescente- de repente la puerta se abrió, un muchacho fornido, de pelo castaño y ojos azules intensos salió.
-¡oh por dios! ¿Blaine eres tú?- el muchacho abrazo a Blaine. Yo fruncí el seño.
-¡Copper hermano sí que ha pasado tiempo!- el muchacho lo soltó.
-papá y mamá no me quisieron decir nunca a donde habías ido, creían que me contagiaría, por dios a veces pueden ser tan imbéciles-Copper me sonrió- ah así que tu eres el piojoso que drogo a Blaine y lo indujo a una vida incorrecta ¿verdad?-lo mire confundido, Copper rio y Blaine le dio un codazo en el estomago-lo siento eso decía mamá, pero yo creo que te vez bien-me guiño un ojo, yo le sonreí-por cierto soy Copper, el hermano mayor de Blaine.
Me estrecho la mano sonriendo.
-es un placer-le devolví la sonrisa.
-¿pero que hacen por aquí? Papá no se pondrá contento al verte con tu novio Blaine- Copper lo miro preocupado.
-de hecho, estoy aquí porque Kurt insistió en que debía tener una charla con mi familia, y además los quiere invitar a nuestro casamiento ¿es una locura verdad?
El hermano de Blaine no pareció escuchar la ultima parte de lo que su hermano menor había dicho, simplemente nos rodeo con sus brazos.
-¿se van a casar? No puedo creerlo, mi hermanito Blaine se casara, felicitaciones- nos soltó, me miro seriamente- ¿estoy invitado verdad? Y Anne y Johnny ¿no?
Titubee, no sabía quiénes eran los demás pero asentí y revise mi morral en busca de una invitación, se la entregue.
-gracias Kurt, hey debo irme, Anne se pone furiosa si llego tarde a casa además tengo que llevar a Johnny a su práctica de baseball, nos vemos luego- el muchacho estrecho mi mano y abrazo a Blaine, luego se alejo caminando con paso firme.
-mi hermano y su loca familia-dijo Blaine en un suspiro.
-me alegro que alguien de tu familia este de nuestro lado-Blaine me sonrió- debemos entrar.
-está bien entremos.
Abrí la puerta de mi casa sin tocar, entre silenciosamente con Kurt pisando mis talones.
-¿Mamá? ¿Papá? Soy Blaine- de repente mi madre apareció y me abrazo.
-Blaine volviste-luego se aparto de mi, miro a Kurt con despreció y se echó hacia atrás-será mejor que se larguen de aquí, creí que habías vuelto arrepentido, no orgulloso.
Entonces mi padre apareció. Me miro serio.
-sabes que no eres bienvenido en esta casa, ¿Cómo te atreviste a venir?
-de hecho-hablo Kurt, sorprendiéndome a mí y a mis padres- estamos aquí para decirles dos cosas, la primera es que nos vamos a casar porque nos amamos, y realmente queríamos invitarlos a nuestro casamiento-el castaño inspiro profundamente- la segunda, es que yo obligue a Blaine a que viniera aquí, para arreglar sus problemas, pero me acabo de dar cuenta que ustedes son los del problema, no ven a su hijo hace años y lo único que se les ocurre ¿es despreciarlo por ser gay? Pues déjenme decirles algo, no fue elección de él ser como es, somos así y ¿quien dice que no podemos ser así? Nosotros tenemos tanto derecho a amarnos como ustedes, pero veo claramente que ustedes no lo ven así, así que creo que no fue una buena idea venir, aunque por otro lado estoy feliz, porque dejare de insistirle a Blaine para que se arregle con ustedes y nosotros formaremos nuestra familia lejos de ustedes hipócritas homofóbicos- no podía creer lo que les había dicho, todo lo que yo les había querido decir en tantos años y jamás lo había hecho, Kurt lo había dicho en unos segundo. Tomo mi brazo y me arrastro a la salida- vámonos Blaine- lo último que vi fueron las caras perplejas de mis padres.
El día llego, primero fuimos al registro civil y firmamos los papeles, ya era oficial, de ahí en más Kurt seria Kurt Hummel de Anderson y yo sería Blaine Anderson de Hummel. Todos nuestros amigos asistieron, Mercedes, Tina, Artie, Rachel, Finn, Sam, Mike, Sugar, Damián, Quinn, Puck, Santana, Brittany, el profesor Schuester su esposa Emma, hasta mis amigos del otro colegio, Wes, Nick, Thad, Jeff, Trent y David, por supuesto también estuvo Burt y Carol, mi hermano Copper, su esposa Anne y su pequeño hijo Johnny, y para mi desgracia Kurt también invito a Sebastián.
Luego del civil hicimos una gran fiesta al estilo Kurt Hummel, muchos globos, decoraciones, suvenires etc. Era un salón grande y vistoso.
Kurt se había puesto un traje blanco y yo uno negro. Fue la mejor fiesta de nuestras vidas, baile, comida, lágrimas, risas y por supuesto infaltable el Karaoke.
A la mitad de la fiesta saque a Kurt fuera del salón.
-quiero que me prometas algo-le dije tomando sus manos entre las mías- ¿estarás conmigo hasta el fin de mis días?
Kurt me sonrió radiante.
-hasta mucho más que eso- rodeo mi cuello con sus brazos y me beso apasionadamente, sus labios dulces sobre los míos era todo lo que necesitaba para saber que siempre estaría aquí, junto a mí.
Ahora todo es nuevo para nosotros, acabamos de adoptar a nuestra primera hija, Sonia. Es tan dulce, tiene los ojos azules como Kurt, pero tiene el pelo negro como yo. Ella llena nuestras vidas de alegría todos los días.
Ahora nos iremos de vacaciones, Kurt está loco revisando que no falte nada.
Al fin todo en nuestras vidas es perfecto, tenemos nuestra familia, unos buenos empleos y un futuro lleno de amor por delante.
Y pensar que todo empezó en una playa desierta, con una gran ola, en un verano y unas vacaciones que jamás olvidaremos.